España, como el Barça, en pleno cambio de ciclo

Esta noche, con un año de retraso por culpa de la pandemia, arranca la Eurocopa’2020. Una competición muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Por la dispersión de sus sedes (once ciudades) y por las estrictas medidas sanitarias que lo condicionan absolutamente todo. Las selecciones se han bunkerizado (todavía más) y el público asistirá a los estadios en cuentagotas. No hay ambiente de gran acontecimiento deportivo. Pero, como siempre, el fútbol despertará pasiones cuando empiece a rodar el balón.

La Francia de Mbappé (y Griezmann) es la gran favorita en su condición de campeona del mundo del 2018. El conjunto galo, repleto de estrellas, tendrá como principales rivales a la Inglaterra de Harry Kane, a la Bélgica de De Bruyne, a la Holanda de De Jong, a la Alemania de Müller... y a la España de Pedri. La selección de Luis Enrique, en plena reconstrucción futbolística, vuelve a estar en el ojo del huracán. La decisión del entrenador de no convocar a ningún jugador del Madrid (especialmente controvertida ha sido la ausencia de Sergio Ramos) ha despertado la furia de la caverna mediática, que ya está cuestionando el papel del técnico antes de jugarse el primer partido. Luis Enrique ya sabe que cualquier tropiezo le pasará factura. Le están esperando. Pero no le preocupa. El seleccionador tiene personalidad suficiente como para lidiar con eso y más...

Luis Enrique ha asumido el difícil papel de liderar el cambio de ciclo de una selección que ha tenido cinco técnicos en solo cinco años. Reemplazar a una generación de futbolistas irrepetibles como Casillas, Sergio Ramos, Piqué, Xavi, Iniesta... es imposible. Luis Enrique lo intenta apostando por los jóvenes (Pedri es, sin duda, el máximo exponente) en una revolución que puede salir muy bien... o muy mal. El tránsito traumático que está sufriendo la España triunfal que ganó dos Eurocopas y un Mundial es el mismo que ha padecido el Barça. Se buscan nuevos líderes y nuevos referentes para regresar al camino de la victoria. Una tarea tan apasionante como compleja.