Empieza a haber un problema de gol

Vaya por delante que esto es una eliminatoria y que un empate a cero en campo contrario no es un mal resultado, aunque sí peligroso, no nos vayamos a engañar. No marcar fuera en el partido de ida significa conceder la ventaja del gol que vale doble al rival, que si marca en tu campo te mete en un lío considerable. Pues bien, aquí está el quid de la cuestión del partido de ayer y, si me permiten que incida en la nota más preocupante de las últimas semanas, de lo que le está sucediendo al equipo de Valverde.

Miren, con el de ayer son cuatro empates en los últimos cinco partidos. Solo una victoria, y de penalty, ante el Valladolid. Y lo que es peor, este gol de penalty es el único transformado en los últimos tres partidos. Quedarse a cero en Bilbao y Lyon es algo realmente revelador para un equipo de vocación y talante ofensivos que raras veces se queda sin marcar. Pero esta es la realidad, ¿qué está pasando?

DEMASIADAS ADVERSIDADES

Pues está pasando que las circunstancias negativas se han acumulado en esta fase. La lesión de Dembélé y la contractura que sufrió Messi ante el Valencia, que lo ha condicionado todo: alineaciones, rotaciones y confianza. Luego está el calendario, tremendamente exigente. Después, la lesión de Arthur, la baja forma de Arturo Vidal, que debía ser determinante en estos partidos europeos, las dudas con Coutinho y la sequía goleadora de Suárez.

Se ha juntado todo en tres semanas y los resultados están ahí: menos ocasiones claras de gol, menos acierto en el remate y más empates que victorias. Del cero de Lyon no se puede reprochar nada a los jugadores. Lo intentaron todo, dispararon veinticinco veces, presionaron y robaron muchos balones al contrario, pero no encontraron el camino del gol. Aún así, no puede recurrirse al tópico de que el balón no quiso entrar. Cuando en cuatro partidos (Madrid, Athletic, Valladolid y Lyon) solo entra dos veces, y una de penalti, es que empieza a haber un problema. Eso sí, un problema solucionable mientras el equipo esté enchufado, que por lo menos ayer lo estuvo.