Si Dios quiere

Messi consiguió un doblete

Messi consiguió un doblete / AFP

Carme Barceló

Carme Barceló

Nivel, no. Nivelazo. Porque la Champions League es otra cosa y el Barça asentó sus reales en Wembley. Qué primera parte. Qué golazo de Rakitic. Que poderío en el centro del campo. Qué bonito casi todo. Qué Messi tan The Best. Qué clase. Qué fútbol. En casa se movieron las cortinas tras el suspiro de alivio que supuso la ‘no’ lesión de Busquets y el primer gol, obra de Coutinho, con la participación casi siempre antológica, de Jordi Alba y Leo Messi.

Toda una declaración de intenciones del equipo de Valverde que se guardó su versión más austera para alinear un centro del campo con un <strong>inconmensurable Arthur que a más de uno le hizo recordar a Xavi</strong> por ese ‘hacerlo fácil’ que caracterizaba al catalán. Busquets cerró una primera mitad perfecta, se mire desde donde se mire. Y que decir de Rakitic y su golazo, uno de los jugadores más implicados, solidarios, currantes y sacrificados del FC Barcelona. Que no se constipe. Lenglet se mostró seguro y Piqué reverdeció viejos laureles. El Barça sin balón fue casi tan bueno como con él.

Es ver a Messi en acción como ayer y todas las velas se encienden a la vez. Si Dios quiere. Si D10s la quiere. Tras las últimas debacles en cuartos de final, Capitán Leo y su ejército conquistaron Wembley. El crack estuvo en todas partes. Parecía un adolescente recién aterrizado en la mayoría de edad. Dos palos, dos goles y una lección, otra más, del mejor jugador del mundo. Está claro que desea la “copa más linda”, según sus propias palabras. Y qué lindo como demuestra que la quiere.

El otro lado del muro. Al otro lado del muro comparan a Lopetegui con el chófer de Drácula. No seré yo quien firme semejante comparación pero sí que es cierto que el Real Madrid no ha aposentado sus cuartos traseros en la competición con la que se llena la boca -y las vitrinas, ya sea en color o blanco y negro- y que, visto lo visto, no justifica haber perdido a un jugador como Cristiano que le hizo ganar las últimas. Allí añoran al mejor que tuvieron.  Aquí le tenemos.