Un dia de partit...

El Barça celebra el triunfo en el clásico

El Barça celebra el triunfo en el clásico / David Ramírez

Carme Barceló

Carme Barceló

… al Camp Nou haig d’anar. (Un día de partido al Camp Nou debo ir). Que me perdonen los autores de la letra pero he querido adaptarla para tal día como hoy. El estadio del FC Barcelona acoge esta noche una eliminatoria de Champions League del primer equipo femenino al que muchos se han agarrado, abrazado y arrullado en los malos momentos del masculino.

El orgullo de pertenencia es, a veces, injusto. Ellas han mantenido alto el listón cuando a ellos les han pintado bastos. Y aunque los puristas del fútbol me corrijan, le pongan ‘tipex’ a mi texto y lo justifiquen amparado en el romanticismo, en un contexto de igualdad deberíamos darle idéntico valor a unas y a otros. Máxime si es la sección del club que no presenta pérdidas ecónomicas y sí millones de ganancias emocionales. Cuántas niñas se plantean, desde que el Barça Femení tiene luz, voz y voto, jugar a fútbol y ser como esas jugadoras a las que admiran y a las que los padres y madres agradecen que sus hijas piensen antes en un balón al aire libre que en una consola. Ambas aficiones pueden convivir pero muchas veces tenemos la sensación que las redes sociales son las que juegan en Champions y las camisetas sudadas, en las ligas locales.

Hoy es uno de esos días en los que hay que salir a la calle, vestirse de fiesta y acudir al Camp Nou a apoyar a estas mujeres que tanto han sumado. Qué bonito sería ver a sus compañeros del primer equipo alentándolas desde la grada. Ellos, apeados de Europa y tan líderes como ellas en la Liga nacional, serían uno de los grandes reclamos que precisan para ser más visibles y más virales. Acabamos de ver un estadio lleno para vivir el espectáculo de la Kings League (cuya versión femenina, la Queens League, sí cuenta con la complicidad de los presidentes de la masculina) y si el poderío futbolísico tiene un espejo en el que mirarse, ese es el Barça Femení.

Sería fantástico ver al presidente Laporta botar en el campo por las suyas y no por las rivales. Dar saltos por esas mujeres que lideran una competición y un movimiento que ha venido para quedarse, para reivindicar y reivindicarse. Qué bonito sería ver un palco de hombres y mujeres cuya campaña electoral fuera la de la lucha por la igualdad de derechos y el reconocimiento de un colectivo que es el altavoz de muchas niñas, adultas, deportistas sin visibilidad y personas que se sienten identificadas con ellas. “Un dia de partit, amb molt orgull al Camp Nou cal anar. Perque només entrar a la grada elles ens han enamorat”.