Dembélé, el eslabón débil del equipo

Dembélé interesa al Milan

Dembélé interesa al Milan / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Está claro: primero, Griezmann; luego, el interés por Willian y finalmente, Malcom. El Barça, Valverde y el staff técnico, sufren por el tercer delantero, lo que deja a Dembélé como el eslabón débil del equipo que Valverde tiene en la cabeza. Ya no era un buen presagio aquella frase que el entrenador usó para justificar la decisión de apostar por Aleix Vidal antes que por él en Stamfrod Bridge: “No era un día para inventos”, dijo el técnico. Parece que la percepción no ha cambiado. Valverde quiere ir a lo seguro.

A Griezmann, que era segurísimo, el mejor fichaje posible por el mejor precio imaginable, como se ve por las cantidades que se están barajando en este verano de locos. A Willian, seguro también, aunque menos y sobre todo caro, muy caro, por los treinta años que ya figuran en su pasaporte. Y hasta considera más seguro a Malcom, que sorprende que pueda tapar la progresión de Dembélé cuando tiene la misma edad y parecida experiencia que el francés. Tal vez lo más seguro es que le gusta a Monchi...

LOS FICHAJES IMPULSIVOS

Veremos en qué queda el futuro de Dembélé, al que todos defienden con buenas palabras que luego desmienten los hechos. Ousmane es víctima de la precipitación de su fichaje, de las expectativas que se crearon y del altísimo precio que se pagó para olvidar la traición de Neymar. Luego, las lesiones le acabaron de rematar. Es buen futbolista, rapidísimo y con unas grandes condiciones físicas, pero debe pulir carencias tácticas y adaptarse a un estilo de juego en el que solo los elegidos entran con buen pie el primer día.

En estos casos, las prisas no son buenas pero el Barça no puede esperar cuando se pagan 140 millones. No es el primero al que le pasa factura este escenario adverso. Overmars y Petit fueron víctimas del factor Figo; Saviola, del fichaje de Zidane por el Madrid y en el Bernabéu, el cuestionadísimo Bale aún no se ha sacado de encima el lastre de haber llegado con la etiqueta de “antiNeymar”, el crack brasileño que el Barça acababa de fichar. Definitivamente, lo de los fichajes impulsivos no es una buena idea.