El culebrón Neymar puede acabar en fiasco, sin que pase nada

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J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

En el Barça nadie habla de Neymar por la sencilla razón de que no saben qué decir. A veces es mejor callar que hacer el ridículo. Son prisioneros de una estrategia cuya llave tiene el PSG y está depositada en Catar. Los jeques no dan bola a Bartomeu. No le abren la puerta de la negociación, no le dejan mover pieza. Le ningunean con el silencio. Peor todavía lo tiene el jugador.

Lo desprecian, marginan e ignoran. Se lo han llevado a China como si fuera una maleta, un bulto sospechoso. Se podía haber quedado en París continuando la rehabilitación pero le han obligado a viajar a la gira en plan de castigo. El entrenador Tuschel le deja en el hotel. Sus compañeros le tratan como si fuera uno más, lo que hiere su orgullo. Y el club lo ignora imponiendo un silencio a su futuro que no hace presagiar nada bueno.

Neymar creía tener más fuerza de la que de verdad tiene. Comienza a estar agobiado y nervioso. La misma estrategia que le salió bien en el Barça, en París no funciona. Hablar antes de la cuenta y amenazar con marcharse, es una táctica que con los catarís no da resultado. El tiro le está saliendo por la culata. Hace dos años encontró un club que puso encima de la mesa 222 millones. Ahora su precio se ha devaluado y nadie apuesta una millonada por un jugador que encadena lesiones y se ha colgado la etiqueta de conflictivo. 

Futuro negro

El futuro comienza a ser negro para el jugador. En la Premier inglesa nadie paga estas locuras, ni el City ni el United. En Alemania, mucho menos. El Bayern no hace fichajes estratosféricos. En Italia el único club que podía intentarlo es la Juventus pero después del esfuerzo que hicieron con Cristiano no tienen capacidad económica. En España tendría dos caminos posibles. El Madrid de Florentino lo descarta y apuesta por fichar el año que viene a Mbappé. El Barça lo acogería con el beneplácito de Messi pero si no aceptan jugadores a cambio no tiene ninguna opción ya que sus posibilidades de endeudarse más están prohibidas.

Prueba de que en Europa la etapa de los fichajes millonarios toca a su fin, es que el Madrid para sacarse de encima a Bale no ha tenido otra opción que regalarlo a un club chino que paga un traspaso de pobre, 25 millones. Todo esto juega en contra de Neymar. Corre el riesgo de quedarse en la jaula de oro del PSG si sus propietarios árabes lo deciden.

No quieren malvenderlo, no están dispuestos a poner puente de plata al Barça. Las posibilidades de un traspaso quedan muy limitadas. El brasileño y su entorno juegan con fuego con el riesgo de quemarse. El PSG comienza a contemplar la posibilidad de que Neymar se quede si no llega una oferta alrededor de los 200 millones. El Barça no hará una oferta estrictamente económica porque no puede. 

Final decepcionante

El culebrón Neymar puede acabar en fiasco, un final decepcionante sin que pase nada. El jugador no tiene poder para decidir su futuro, está atado a un contrato de oro. Plantó cara a los catarís creyendo que ganaría la partida y la realidad se le está girando en contra. En estas circunstancias, el Barça no puede ser más que un espectador pasivo de la situación. Mientras tanto, el PSG le ha ‘robado’ al juvenil Xavi Simons a golpe de talonario. Los catarís son malos enemigos.