El consejo de Cruyff y la foto ¿imposible?

En enero de 2011, una fotografía se convirtió en la mejor campaña internacional de la historia del Barça. Tres jugadores de La Masia, de orígenes diversos, ocupaban los tres primeros puestos del FIFA-Balón de Oro.

Nunca una foto significó tanto para un club. Para entonces, Joan Laporta ya no era el presidente del club. Había dejado el cargo solo unos meses antes, así que le tocó disfrutar de esa foto en la intimidad. Tenía motivos para sentirse orgulloso, como un padre en la graduación de sus hijos. 

De regreso a la presidencia, nadie le pedirá a Laporta que repita una foto así: es imposible que en los próximos años tres jugadores del Barça ocupen los tres primeros puestos del Balón de Oro, pero sí sería conveniente que La Masia vuelva a ser la fuente principal de jugadores del primer equipo. 

“Un manager que no confía en los jugadores de su fútbol base está admitiendo su fracaso, ya que ni siquiera ha sido capaz de dar con unos cuantos futbolistas de segunda fila”, explicaba Johan Cruyff en su libro ‘Fútbol: mi filosofía’. 

Las bases están puestas: Koeman ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de apostar por los jóvenes (el caso Riqui Puig merece capítulo aparte porque son muchos quienes creen que debería tener más minutos).

A diferencia de otros entrenadores, Koeman no utiliza a los canteranos para engordar sus estadísticas (había quien incluía en su currículum el número de jugadores a los que había hecho debutar, aunque luego no volvieran a tener minutos). Ahora solo falta que el club se lo crea de verdad. No es que Mingueza, Ilaix, Riqui Puig, De la Fuente o Collado llamen a la puerta, es que ya están aquí.