Cómo cerrar el círculo que Neymar abrió en 2017

En aquel famoso verano de hace dos años,  el PSG pagó una cláusula de 222 milllones, se quedó a Neymar y el Barça gastó todo el dinero primero en Dembélé y unos meses más tarde en Coutinho. Dos años después, lo curioso es que el balance es absolutamente negativo para todos los actores implicados en aquella historia: el PSG sigue ganando las Ligas de Francia pero sigue sin pintar nada en Europa.

Neymar salió para ser el número 1 pero desapareció del podio del Balón de Oro y se encontró con que Mbappé le discutía incluso el liderazgo de su equipo. En estos dos años, el Barça se ha paseado por España (como ya hacía habitualmente en la última década) pero ha seguido cayendo en la Champions, y además con estrépito. Dembélé apunta a ‘crack’ y ha crecido en la última temporada, pero todavía no ha dado el salto a la élite mundial. Y Coutinho sigue perdido, muy lejos del nivel que ofreció en el Liverpool.

El resultado es demoledor: de aquel verano del 2017 todo el mundo ha salido perdiendo. Esto no quiere decir que, dos años después, no haya variado el equilibrio de fuerzas: seguramente ahora Neymar necesita más al Barça que el Barça a Neymar, y seguramente el PSG necesita a Neymar mucho menos de lo que lo necesitaba hace dos años. Pero lo cierto es que todas las piezas implicadas (Barça, PSG, Neymar, Dembélé y Coutinho) pueden tener la tentación de volver al punto de origen de aquel verano para recomenzar de nuevo.

No sabemos cuántas piezas se moverán, ni si, en una carambola posible pero hoy poco probable, pudieran estar todas involucradas en la misma operación. Lo que sí sabemos es que el círculo que se abrió en aquel agosto puede empezar a cerrarse dos años después, o totalmente, o al menos parcialmente. Veremos cuánto pesa en este encaje la cantidad de nostalgia que sienten todos por lo que eran entonces, o mejor todavía, por lo que pudo ser y en realidad no fue.