Claudio Bravo tiene que ser titular siempre

No me gustan las rotaciones. Pero son imprescindibles para que los mejores futbolistas puedan llegar frescos al final de temporada. Pero este argumento no sirve para la portería. En la meta no tiene que haber rotaciones. Debe jugar el que está más en forma. Y en el Barça, en este momento, ese mérito lo tiene Claudio Bravo. Y no lo digo porque haya batido el histórico récord de imbatibilidad que tenía el legendario Artola desde la temporada 77-78, sino porque ha demostrado con sus escasas pero espectaculares intervenciones que tiene nivel para ser el sustituto del indiscutible Valdés.

Luis Enrique ha tomado hasta ahora la decisión salomónica (al más puro estilo Ancelotti) de alinear a Claudio Bravo en la Liga y a Ter Stegen en la Champions. Es un riesgo demasiado grande actuar con esta frivolidad en las dos grandes competiciones. Otra cosa, como hacía Guardiola (y más tarde el malogrado Tiro y posteriormente Tata Martino), es cederle la Copa al segundo portero. En su momento, Pinto. Pero el primero, el número uno, debe ser titular en Liga y Champions. Parece que la moda que instauró Ancelotti con Casillas-Diego López (y ahora con Casillas-Keylor Navas) ha creado escuela.

El entrenador asturiano debe reflexionar sobre su estrategia. Además, a Ter Stegen le tiemblan las manos cada vez que se pone bajo los palos. La prueba la tenemos en su fatal error en el Parque de los Príncipes ante el PSG. Es demasiado joven para quemarlo en esta ruleta ruta que es jugar solo un partido (pero trascendente, vital) cada dos o tres semanas, según el caprichoso calendario de la Champions. El meta alemán debería relajarse y ganar confianza jugando la Copa, a la espera de que llegue su momento, tal vez la próxima temporada.

Sustituir a Valdés es un reto inmenso, gigantesco, y Claudio Bravo parece el más preparado para asumirlo. No hagamos inventos. Y menos en la portería.