Se cierra una puerta, se abre otra

El Barça cuenta con una plantilla de 19 jugadores a los que hay que añadir todos los que suben del filial, que no son pocos. La secretaría técnica quiso fichar mucho en verano y lo logró en gran parte. Entre las posiciones que no se reforzaron como se quería estaba el nombre de Kimmich, Bernardo Silva y Vitor Roque, quien ya debería unirse al grupo en enero. Casualidades de la vida, hoy Xavi no puede contar con jugadores que se mueven en la misma demarcación de estos futuribles: Se trata de De Jong, Pedri y Lewandowski, todos ellos lesionados. 

Son tres de los piezas más importantes de la plantilla y Xavi no contará con ellos durante varias semanas. Pedri ultima la fase de recuperación, al holandés le queda un mes y al polaco también. 

Ante esta situación, Xavi deberá reinventarse, recurrir a la cantera para cubrir estas bajas y el equipo, apretar los puños para salvar estos partidos que hay por delante. Si el Barça ya iba justo en los últimos encuentros, a partir de ahora lo previsible sería que fuera aún más complicado.

Estas lesiones no han hecho más que recordar que cuando la secretaría técnica o Xavi se planteaban el fichaje de un pívote top (así lo pidió Xavi), un jugador creativo y desequilibrante arriba (se habló de Messi o de Silva) y un plan B al delantero centro (Aubameyang estuvo sobre la mesa)era porque sabían que el equipo iba justo de personal.Temían que pudiera pasar lo que ahora ha ocurrido. Estos fichajes hubieran ayudado a que hoy el equipo no sufriera tanto como lo va a hacer en las próximas semanas.

Sin embargo, cualquier crisis es una oportunidad para crecer y cuando una puerta se cierra, la otra se abre para que otros jugadores puedan demostrar su capacidad ya sea para los jóvenes canteranos (Fermín) o para fichajes más contrastados como es el caso de Gundogan, a quien se le espera su explosión, o Ferran Torres, que ha iniciado la temporada de la mejor manera posible,que tendrán más minutos de juego y podrán sentirse más importantes.