Cerrar el círculo

Guerra Messi-Barça

Guerra Messi-Barça

Carme Barceló

Carme Barceló

"Y volver, volver, volver a tus brazos otra vez. Llegaré hasta donde estés, yo sé perder, yo sé perder. Quiero volver, volver, volver”. Y arrastre usted la última ‘e’ para darle la justa pasión que merece la canción de Vicente Fernández.

Y abra las dos extremidades superiores si su deseo es recibir al mejor jugador de fútbol que, a día de hoy, es probable hayan visto sus ojos. Y si el presidente del FC Barcelona se perdona, se da un par de golpes en el pecho y rectifica, será él quien le confiese al oído que sabe perder y a voz en grito que merece regresar por la puerta grande a la que fue -y es- su casa para despedirse como le corresponde. Sin llorar.

“Centra Messi y marca Lewandowski”. Primer whatsapp que recibí sobre el asunto. ¿Imaginan? Como soñar es gratis, lo hago. Creo que es un sueño húmedo que tiene más de uno dentro del club, empezando por Xavi.

Si al argentino le suman a Bernardo Silva, me da que subiría a Montserrat a pie y llevando a los tres bajo palio. Cuando ayer volvió a agitarse la coctelera del posible retorno, cuya previa firmó el lunes Josep Pedrerol explicando que “en la MLS saben que Leo quiere volver el año próximo al Barça”, los teléfonos de los entornos echaron humo. Unos y otros dicen que no se ha iniciado conversación/negociación alguna.

Desde la zona de influencia de Messi aseguran que nadie ha hablado directamente, desde tiempos inmemoriales, con ninguno de los que tienen firma. Desde los despachos de los que firman, ídem en sentido contrario aunque no con tanta contundencia. Considerarán que es ‘uno de los nuestros’ el/los que hablan con el argentino de vez en cuando o más asiduamente, vaya usted a saber, y pueda activar la primera palanca del retorno. Lo que está muy claro es que los que cerraron la puerta de golpe en su día, optan ahora por dejar que corra el aire.

Mientras Leo recupera su mejor versión reinventada, en las oficinas del PSG preparan una oferta mareante para convencerle que siga en París. La obsesión de Al Khelaifi por el Barça es legendaria. Desde que desapareció ‘Qatar’ de la camiseta azulgrana, puso palos en las ruedas para torpedear cualquier operación.

No hace ni una semana que volvía a arremeter contra la entidad catalana, cuestionando la legalidad de la venta de activos. Si puede evitar el retorno de Messi, lo hará. No les quepa la menor duda. Pero a Leo, con 36 años, es más probable que le apetezca jugar con el equipo de Xavi, retomar la promesa que les hizo a sus hijos de volver a casa, a nuestros brazos otra vez y cerrar el círculo pasándoselo bien.