El 'caso Coutinho' pasa a un primer plano

Levante 2 - FC Barcelona 1 -   Philippe Coutinho marca de penalty el primer gol para el FC Barcelona durante el partido de ida de octavos de final de Copa del Rey entre el Levante y el FC Barcelona

Philippe Coutinho marca de penalty el primer gol para el FC Barcelona durante el partido de ida de octavos de final de Copa del Rey entre el Levante y el FC Barcelona / Valentí ENRICH - SPORT

Ernest Folch

Ernest Folch

A la sombra de la crisis de Dembélé, el brasileño Philippe Coutinho ha podido ir disimulando su mal año, en el que ha rendido muy por debajo de sus expectativas. Hasta que el francés ha empezado a marcar goles y la mala forma del brasileño ha quedado en evidencia. Coutinho es, ahora mismo, el principal problema deportivo del Barça porque, a pesar de ser el traspaso más caro de la historia del club, su rendimiento deportivo no ha estado a la altura de su enorme ‘caché’.

Sin duda, Philippe Coutinho es un extraordinario futbolista, con una técnica muy depurada, una elegancia natural innegable y una capacidad goleadora más que demostrada, pero su particular crisis parece tener que ver más con cuestiones anímicas que futbolísticas. No se ve ningún problema de actitud, ni de ganas, ni de voluntad de lucha, ni por supuesto hay ninguna desidia, pero en cambio sí exhibe una timidez excesiva, como si algo le impidiera tirar del carro del equipo cuando no está Messi, que es cuando más se le necesita.

Evidentemente el fichaje de Coutinho está condicionado por el precio: a un futbolista de 140 millones se le debe exigir un rol de líder, y no puede conformarse con un papel secundario. Estamos hablando de una estrella mundial, que claramente debe subir un peldaño en sus prestaciones y en su capacidad de mandar sobre el campo.

El brasileño es un picador de faltas excepcional que, sin embargo, es incapaz de hacer prevalecer sus galones delante de otros jugadores cuando hay un lanzamiento directo. Sin duda, la recuperación de Dembélé ha ido en su contra, lo ha convertido en suplente y ha minado su autoestima. Pero es prioritario que el entrenador y el club levanten su moral y lo ayuden a reaccionar. Y es prioritario que el futbolista se libere, se quite el corsé con el que parece saltar al campo, y explote de una vez el enorme potencial que lleva dentro. Por su bien y por el del Barça.