El Bayern sometió a un Barça sin gol

Jordi Alba lamentando su lesión

Jordi Alba lamentando su lesión / Christof Stache

Pichi Alonso

Pichi Alonso

El Barça salió valiente y arriesgando en su planteamiento táctico: presión alta, emparejamientos en campo del Bayern y llegada al área de Neuer con varios efectivos. Y no le fue mal del todo en los minutos iniciales, con una opción de gol de Dembélé, disparo a portería de Jordi Alba y varios centros con enorme peligro que no encontraron rematador.

Sin embargo, este tipo de dibujo conlleva enormes riesgos al mínimo desajuste. Con el paso de los minutos, los alemanes empezaron a dominar duelos individuales, desbordar por ambas bandas y llegar con cierta comodidad a los dominios de Ter Stegen

Dos goles del Benfica, lesión de Alba y error importante de Ter Stegen obraron el peor escenario de los posibles en la recta final del primer tiempo. Derrota clara y, lo que es peor, sensación de cierta impotencia y desánimo generalizado. 

PEGADA NULA

Tras el descanso, y por momentos, el Barça sí apuntó detalles de recuperación. Intentó recuperar dominio y adelantar líneas, pero enfrente se topó ante un Bayern que no se relajó lo más mínimo. Siguió paciente con su juego, penalizando terriblemente las pérdidas azulgrana y esperando asestar el mazazo definitivo. El 3-0 no se hizo esperar en exceso.

El resto del partido fue otro ejercicio práctico de impotencia. No es que los de Xavi Hernández fueran estériles de cara a batir el marco de Neuer, lo verdaderamente sangrante es que no hubo manera de generar ni tan siquiera una ocasión de gol real. Ni en acciones individuales ni mucho menos colectivas. Al final, más problemas físicos de varios jugadores que obligarán a nuevos retoques pensando ya en el próximo compromiso de liga ante Osasuna. 

La clave

El equipo volvió a exhibir una alarmante falta de pegada en los metros finales.