Bartomeu tiene fecha de caducidad y se perfilan nuevos nombres, Font y Benet

Víctor Font, candidato a la presidencia del FC Barcelona

Víctor Font, candidato a la presidencia del FC Barcelona / Javi Ferrándiz

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Ser presidente del Barça tiene dos caras bien diferentes. Por un lado eres un personaje reconocido y admirado, por otro aceptas el riesgo de vivir  encima del marcador a expensas de los resultados deportivos. Si el banquillo del Camp Nou es una silla eléctrica para los entrenadores, sentarse en la poltrona presidencial es como jugar a la bolsa, te expones a que el equipo suba y baje sin saber muy bien por qué. Así y todo, el fútbol tiene para los dirigentes un poder especial que enamora, mezcla de espectáculo, negocio y morbo.

El Barça ha tenido 40 presidentes a lo largo de sus 119 años de historia. Destaca el caso del fundador, Joan Gamper, que fue presidente en cinco etapas diferentes. Desde 1978 el presidente es elegido por sufragio universal teniendo derecho a voto todos los socios. El presidente mas longevo de la historia ha sido Jose Luis Nuñez, 22 años. En el 2001 la Asamblea aprobó la limitación de mandatos a dos periodos de cuatro años. En el 2009, cumpliendo un decreto de la Generalitat de Catalunya, se amplió la duración de los mandatos de cuatro a seis años por lo que el periodo máximo de permanencia en el cargo es ahora de doce años.

Josep Maria Bartomeu cumple su segundo mandato (el primero solo duro año y medio cuando tomó el relevo del dimitido Sandro Rosell) y en consecuencia tiene fecha de caducidad, junio 2021. Va camino de convertirse en el segundo presidente de la historia del club que, cumpliendo los estatutos, no puede presentarse a la reelección como ya sucediera en el caso de Joan Laporta en el 2010. La limitación de mandatos es una medida coherente con los tiempos que corren, evita que nadie se pueda apalancar en la presidencia como si fuera de su propiedad y garantiza una gestión económica controlada ya que están expuestos a auditorias y avales. 

El presidente actual recién acaba de cumplir el ecuador de su segundo mandato. Le quedan dos años y medio por delante que se le pueden hacer cortos y agradables en función de los títulos que consiga o largos e interminables en caso de que el marcador se gire en contra y se complique el panorama judicial. Tiene la ventaja de contar con Messi que es tanto como jugar con ventaja, tener un comodín ganador que te saca de muchos apuros ya que no ha perdido el hambre de victoria ni el talento de líder que espolea al equipo. Pero en los tiempos actuales no solo hay que atar corto al equipo, también es necesario controlar de cerca la economía, en especial que los gastos no suben mas que los ingresos, ya que compites con clubs que son propiedad de fondos de inversión o estados árabes.

El deseo de Bartomeu es cumplir su mandato, pero su permanencia en el cargo hasta el 2021 dependerá de factores que no controla y que pueden deparar sorpresas. Si ganara la Champions esta temporada no descarten que aprovechara el buen momento para dejar la presidencia por la puerta grande. De momento ya hay un candidato que se ha lanzado a la carrera electoral realizando el mes de enero su presentación en sociedad, Victor Font. Tiene la ventaja de ser savia nueva y el hándicap de ser un desconocido para los socios barcelonistas.  Tampoco hay que descartar que salga algún tapado como Tatxo Benet, profesional de la comunicación que conoce bien el mundo del fútbol, socio de Jaume Roures en Mediapro y acreditado empresario de éxito.

DEMBELE Y COUTINHO SE HAN CAMBIADO LOS PAPELES

¡Cómo han cambiado las cosas en un año! La pasada temporada Coutinho era el bueno y Dembelé parecía el malo. Ahora sucede lo contrario. El  juego del brasileño se ha estancado hasta el punto que ha perdido la titularidad mientras que el francés ha crecido de forma espectacular revelándose como un goleador. En la bolsa del Camo Nou, Dembele cotiza al alza y Coutinho baja.

El rendimiento del ex jugador del Borussia merece confianza y continuidad a pesar sus retrasos horarios en los entrenamientos. Hay que ser generosos y comprensivos. Tiene tanto talento, tanto futuro, que es aconsejable tener paciencia. Tiene reacciones de niño grande, de persona poco madura que encima se encuentra con un entorno que extraña. Por su edad hay que ser benévolos. Enseñarle y guiarle fuera del campo porque sobre el terreno mueve las dos piernas como pocos y tiene una velocidad letal. Si centra la cabeza y ajusta los horarios, será el mejor sustituto de Neymar.

En cambio, preocupa el estancamiento del juego de Coutinho. No evoluciona, solo tiene una jugada que marca diferencias. Primero se dijo que podía ser el revelo de Iniesta. Ni por asombro. Después se pensó que jugando mas adelante brillaría más. Tampoco. El brasileño tiene que dar un paso al frente jugando con más valentía, más agresividad, más ambición. Es un buen futbolero pero no está a la altura de los muchos millones que costó.