Al Barça le urge remover el árbol

Leo Messi sufrió férreos marcajes por parte del Atlético

Leo Messi sufrió férreos marcajes por parte del Atlético / EFE

Albert Masnou

Albert Masnou

El presidente del Barça está de paso (Carles Tusquets), tres de los cuatro capitanes están de baja (Piqué, Busquets y Sergi Roberto) y el que no está lesionado (Messi) hubiera deseado irse en verano. Y seguramente sigue con su idea. El Barça se encamina al precipicio por ser hoy un club sin rumbo y un vestuario sin alma. Como dos vasos comunicantes que se han desbordado por una moción de censura que no ha servido para nada. Quizás con Bartomeu estaríamos mejor, igual o peor, pero en todo caso no lo sabemos.

Lo que sí tenemos claro que así no se va a ningún sitio. Y no queda otra que mirar al futuro, no al pasado. Echar la vista atrás solo nos llevaría a la aparición de inútiles reproches. Llegados a este punto en el que nos encontramos, hay que hacer algo para evitar que las consecuencias acaben siendo peores e intentar enderezar el rumbo en la medida que sea posible, en sentar las bases para construir algo que le sirva al club de cara al futuro inmediato y a largo término. Y para ello hay que edificar la casa por la base, con la aparición cuanto antes de un nuevo presidente que tenga capacidad de maniobra, que pueda decidir el 1 de enero si hay que vender a Messi, Griezmann o a Dembélé, comprar a Neymar o a Lautaro o echar o ratificar a Koeman. Esperar hasta finales de enero es dejar que el tiempo se escurra entre los dedos y que el club tire por la borda la temporada.

Tal y como están programadas las elecciones, el presidente solo tendrá una semana para tomar decisiones para reconfigurar el equipo, un tiempo insuficiente porque los problemas se van acumulando. A este paso, Messi se va hartando de razones para acabar yéndose sin ser escuchado. Sin que el presidente electo pueda decir que le quiere renovar, venderle en enero o dejarlo ir gratis a final de temporada. Tal y como está el Barça actual, hay que remover el árbol para cambiar el rumbo. Cambiar al entrenador o a un jugador no cambiaría nada. La entrada de un nuevo presidente sí permitiría hacer este clic.