El Barça que quiere Koeman... y los culés

Ronald Koeman, en una imagen de archivo

Ronald Koeman, en una imagen de archivo / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Este Barça que está construyendo Koeman está cogiendo aires de campeón. La solvencia del equipo blaugrana crece a través de las victorias. Y las remontadas. Que le conceden una épica especial a este nuevo proyecto. Liderado, como siempre, como no podría ser de otra forma, por el incombustible Messi. Este Barça ha arrancado el 2021 pletórico, con 10 victorias en 11 encuentros. Y una única derrota: en la final de la Supercopa de España ante el Athletic. Un KO doloroso pero que sirvió para aumentar el compromiso de los futbolistas. Como ha quedado claramente demostrado en los siguientes partidos. Este Barça no ha tirado la Liga, a pesar de que podría caer en la tentación de hacerlo debido a la cómoda ventaja del Atlético. Pero no. Además, el tropiezo de los rojiblancos ante el Celta permite albergar esperanzas a los blaugranas. Este Barça sueña con la Champions, ante la perspectiva de noquear en octavos al prepotente y multimillonario PSG que intenta desestabilizar a Messi con sus ‘cantos de sirena’. Y este Barça, por supuesto, es favorito para ganar la Copa, competición en la que esta noche disputará una final anticipada ante el Sevilla. Hablar de triplete puede sonar absurdo, incluso pretencioso,... pero es una posibilidad que, por ejemplo, el Madrid ya no tiene. 

Koeman aseguró ayer, en la rueda de prensa previa al partido copero, que, de momento, le ponía un 10 a su equipo. La nota máxima para un técnico tan exigente como el holandés es la mejor demostración de la profunda satisfacción del entrenador blaugrana con sus futbolistas. En una temporada tan compleja, marcada por las turbulencias institucionales y la crisis económica, el rendimiento del equipo está por encima de lo esperado. Es verdad que falta brillantez futbolística. Pero la respuesta ante las dificultades está siendo mayúscula. Digna de un conjunto que aspira a ganarlo absolutamente todo. Queda mucha competición por delante. Más de cuatro meses de campaña y partidos intensos. Pero las sensaciones son buenas. Muy buenas. Y en eso, Koeman tiene gran parte de culpa. Este Barça cada vez más se parece al Barça que quiere Koeman. Y que quieren todos los culés.