El Barça protagoniza otro mercado de circo

Dembélé durante un entrenamiento

Dembélé durante un entrenamiento

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Dembélé, sí; Dembélé, no; Dembélé, a lo mejor. Que un futbolista con las pocas luces de Ousmane y su entorno hagan tambalear una institución como el Barça es indicativo que algo no va bien en el club.

La crisis económica puede justificar muchas cosas, pero lo vivido en los últimos días va más allá del mínimo rigor de una supuesta planificación deportiva. El show Dembélé es digno de enmarcar. Conviene tomar nota, más que nada para no volver a repetirlo. Acabe o no en el PSG, es inadmisible que el caprichoso Dembélé tenga secuestrado el proyecto deportivo de presente y, en buena medida, el de futuro.

Tenemos más que asumido que el mercado, y más el de invierno, se ha convertido en un circo plagado de operaciones low cost, la mayoría de ellas con el simple objetivo de paliar accidentes o bien mover futbolistas para alimentar el negocio global. Y que el Barça se convierta en uno de los reyes indiscutibles de este tipo de espectáculo es, como mínimo, para preocuparse.

Proyecto a corto plazo

Si Xavi se sale con la suya, y esperemos que así sea, el Barça tendrá el dudoso honor de haberse reforzado con cinco caras nuevas: Alves, Ferran Torres, Adama Traoré, el 9 de turno -Aubameyang, Icardi…- y, como guinda del pastel, un lateral zurdo. Xavi está en su derecho de reclamar aquello que crea necesario para llevar el equipo a la Champions. Para ello le ficharon. Otra cuestión bien distinta es si se debe rearmar un equipo con cesiones, ilustres veteranos o suplentes de otras escuadras.

Proyecto fallido en verano y mercado de invierno con suspense incluido hasta el minuto final -Icardi, Aubameyang, Bernat o vayan a saber si hay más sorpresas-. Y todo por obra y gracia de Dembélé.