El Barça deja solo a Robert Lewandowski

La única medida del club blaugrana ante un castigo salvaje ha sido un mal recurso

Lewandowski, expulsado

Lewandowski, expulsado / Javi Ferrándiz

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Robert Lewandowksi no jugará el derbi ante el Espanyol porque entre el TAD, el Comité de Competición, Apelación, Gil Manzano y prácticamente la Santa Iglesia han considerado que el polaco debía ser castigado con tres partidos de sanción, dos padrenuestros y cuatro avemarías. Lo raro en todo este caso es que no haya recibido diez azotes mientras, de cara a la pared, aguantaba, una en cada mano y con los brazos en cruz, la normativa arbitral. Todo ello, claro, escribiendo con una tiza pegada con cola en la frente mil veces la frase “nunca más me tocaré la nariz mirando a mi entrenador porque eso es pecado mortal y ¿quién me creo que soy yo?”.  

Lo curioso de todo este asunto es que el jugador, que es quien pagará directamente la barbaridad pertrechada por quienes están adulterando la competición, ni siquiera se ha quejado. En la entrevista concedida a SPORT solo dijo que “no tenía nada que ver con el árbitro, pero lo que es seguro es que tres partidos son demasiado”. Parece normal que el futbolista, después del durísimo castigo que deberá cumplir, prefiera no echar más leña al fuego, no sea que aún deba pasar más días en la nevera. Lo indignante de todo este caso es que a Lewandowski le han dejado solo desde el club. Lo único que el Barça, como entidad, ha hecho para intentar mitigar la sanción es presentar un recurso inverosímil que acaba dando la razón al prevaricador de Gil Manzano mientras se la quita a Robert. No tiene ningún sentido ni es aceptable que al Pichichi de LaLiga, una competición adulterada por su propio presidente y sus normas moldeables para perjudicar al Barça, pero también por quienes imparten justicia dependiendo de la RFEF, le caigan tres partidos por tocarse la nariz. Todo eso mientras, poco antes, Carlo Ancelotti acusaba a Melero López de señalar un penalti por manos de Asensio diciendo que “se lo han inventado”

Toda esta sucesión de hechos con los que el Barça sale claramente perjudicado solo han obtenido un mísero recurso por parte del club. Nadie ha salido ante un micrófono a decir basta, a denunciar que Gil Manzano es un coleccionista de cromos que tiene en su haber las rojas de Messi, Neymar, Suárez y ahora Lewandowski. A denunciar lo que para cualquier aficionado al fútbol neutro es una barbaridad sin precedentes. A gritar, básicamente, que si esto sigue así será imposible que el Barça gane LaLiga porque van a por él por tierra, mar y aire porque, pese a todos sus problemas, ocupa hoy el liderato, algo no previsto por quienes mandan.