El Barça de baloncesto es el ejemplo a seguir

Nunca es agradable perder una final y menos contra el Madrid. Sin embargo, el Barça de Roger Grimau demostró en Málaga que es un equipo trabajado, cohesionado, con hambre de victoria y que ha mejorado notablemente desde que empezó la temporada. Los azulgranas no pudieron contra el actual campeón de Europa porque los blancos siguen siendo mejores, pero el Barça demostró que ya puede competir contra los grandes. Realizaron un excelente encuentro en semifinales y dieron la cara en la final. El pasado verano se refundó la sección, salió Mirotic, no se prometieron grandes retos y se dio la oportunidad a un entrenador de la casa. Quizá, eso, lo de no asegurar títulos de entrada, es lo que se hubiera tenido que hacer con el fútbol.

Por cierto, que la Copa del Rey de baloncesto es uno de los mejores eventos deportivos que se celebran en todo el mundo. Congregar a ocho equipos en una misma ciudad, concentrados todos en un mismo hotel y arropados por sus respectivas aficiones es un espectáculo único. El fútbol también tendría que tomar nota de este evento que no necesita viajar a ningún país árabe para convertirlo en un torneo exitoso y rentable. Málaga ha sido una fiesta y ya hay varias ciudades españolas que optan a la final del 2025.

Soñar con la Champions

Por lo que respecta al fútbol, el Barça tiene este miércoles una oportunidad única de clasificarse para los cuartos de final de la Champions. El juego de los azulgranas no ilusiona a casi nadie, pero es infinitamente mejor que el de un Nápoles abandonado en la zona media y a 27 puntos del Inter.

En condiciones normales, los de Xavi deberían dejar la eliminatoria resuelta en Nápoles, pero visto lo ocurrido con los equipos peor clasificados de la Liga española, todo es posible. Suerte que Lewandowski ha recuperado su instinto goleador y que Lamine está en su mejor momento. Del resto, solo queda cruzar los dedos y esperar que se alineen todos los astros.