Opinión

El Barça puede aprender de Nadal

Argumentaba el tenista Rafa Nadal que una manera de no hacerse daño a sí mismo, de forma voluntaria, era, y es, tener un comportamiento impoluto en la pista. Así se entiende que durante toda su carrera deportiva no haya roto ni una raqueta tras un ataque de ira o de indignación, algo que les ha pasado a muchos otros tenistas. Nadal se controla en estos momentos de frustración: “A veces tengo ganas de reventar la raqueta en diez trozos. Pues sí, claro que lo quiero hacer. Me frustra cuando las cosas no van bien, pero al final es la capacidad de control y tolerar la frustración la que me sirve para mantenerme dentro del partido. De no dejarme ir. Para buscar en todo momento la solución para, si yo no juego bien, al menos no ponerle las cosas fáciles al rival. Y esperando que la suerte cambie”.

Vienen a la mente estas reflexiones de uno de los mejores tenistas de la historia tras ver una competición deportiva como las semifinales de la Liga de Campeones, especialmente en la manera de comportarse ante la adversidad el FC Barcelona y el Real Madrid. Los dos estuvieron en apuros en los partidos de vuelta, pero uno supo sacar lo mejor de sí mismo y el otro se hundió. Son muchas razones las que llevan a un equipo a sobrellevar momentos complicados y son los que acaban ensalzando su grandeza, cuando esto ocurre.

Lewandowski y Mbappé, los dos cracks de Barça y PSG

Lewandowski y Mbappé, los dos cracks de Barça y PSG / SPORT

El Barça en la Champions

El Barça no supo hacerlo contra el PSG y acabó rompiendo raquetas. La expulsión de Xavi Hernández es una muestra de ello. Una manera de comportarse que, desde la banda, no ayuda al equipo a transmitir un mensaje positivo. Además, una cosa es que te pase una vez, la otra es que sea de forma reiterada. Controlar las emociones para no hacerte daño a ti mismo es, como decía Nadal, una máxima en el deporte. Y en este sentido, el cuerpo técnico no ayudó.

No ayudó Xavi y tampoco el entrenador de porteros, otro técnico al que no es la primera vez que expulsan. ¿Qué hubiera pasado si el equipo hubiera ido a los penalties? ¿Quién le hubiera dicho a Ter Stegen las debilidades de los lanzadores rivales? El entrenador de porteros estaba, como Xavi, en el palco. No hubieran podido ayudar que, en el fondo, es para lo que son necesarios.

El Barça ha vivido un proceso de mejora en los últimos años (pasa de jugar la europa League a pelear por las semifinales de la Champions), pero todavía le queda camino en su proceso de maduración para ser capaz de competir ante rivales top y cuando las cosas se ponen feas, que es cuando se exige al máximo a un equipo y éste debe demostrar, en cualquier circunstancia, que es mejor que el rival. Escuchar a Rafa Nadal, un maestro compitiendo, es una garantía para saber cómo comportarse en cada momento. Es una lección continua.