Aubameyang también metió presión al Barça

En el club no esperaban su llegada a Barcelona el lunes. Con él en la ciudad, no podían fallar

La cláusula que permite romper el contrato en el 2023 es solo para el club

Aubameyang ya viste con la camiseta del Barça

Aubameyang ya viste con la camiseta del Barça

Ferran Correas

Ferran Correas

Cuando el Barça vio que el fichaje de Álvaro Morata se torcía porque el Atlético de Madrid no estaba dispuesto a reforzar a un rival y todavía menos a dejar a su delantero cedido y sin cobrar un traspaso, recuperó un viejo objetivo y se lanzó a por Pierre-Emerick Aubameyang.

Eso sí, la llegada del delantero gabonés no era fácil. Porque en el club intuían que Dembélé no se iría y, para que Aubameyang llegase, era indispensable que el jugador se desligase de su club. Así es que se vivieron tres días intensos, con el fichaje a veces cerca y otras lejos y con todo dependiendo del Arsenal. Porque para que fuese posible, era obligatorio que el delantero se pusiese de acuerdo con su club para llegar gratis, negociación que llevó su representante al margen del Barça, sabiendo que el entrenador de los gunners, Mikel Arteta, no quería ni ver al gabonés.

Así se llegó al último día de mercado, con sorpresa incluida para la dirección deportiva cuando vieron que el jugador aterrizaba en el Aeropuerto de Barcelona a primera hora de la mañana. No lo esperaban. El jugador quiso presionar así al Arsenal, pero también añadió presión a la dirección deportiva blaugrana. “Si no se hubiese conseguido el fichaje estando aquí el jugador, hubiesen dicho que habíamos fracasado”, dicen desde el Barça, reconociendo que las ganas de vestirse de blaugrana del jugador fueron muy importantes para que la operación tuviese éxito, aunque se tuvo que hacer a contrarreloj. Era imprescindible que todos los papeles de su baja estuviesen firmados y entregados por el Arsenal a la Federación Inglesa antes de las 23.59 del día 31. Un minuto más tarde, no servía. Y la confirmación de que todo estaba correcto, no llegó a la Ciutat Esportiva hasta cinco minutos antes de la hora límite. Respiraba el Barça y Aubameyang, que tenían dos días para formalizar su acuerdo y que el jugador pudiese ser inscrito en LaLiga.

EL CONTRATO Y LA CLÁUSULA

Con más tranquilidad, acabaron de negociar las dos partes el contrato del futbolista y el anuncio oficial se hizo el día 2, una vez la Federación Inglesa confirmó también que la baja del Arsenal se había producido de forma correcta y que posteriormente LaLiga aceptase su inscripción cumpliendo el Fair-Play financiero.

Llegaba el gabonés cobrando muy poco, pero debía asegurarse un contrato más largo. La fórmula, compromiso hasta el 2025 con una opción de romper el contrato en el 2023. Dicha opción, por cierto, no es para las dos partes. Solo la tiene el club, que consigue el acuerdo que quería. No quería ligarse al jugador más de un año y medio y así ha sido. Y si acaba triunfando, sabe que ya lo tiene renovado hasta el 2025, aunque en el Barça no ven al gabonés tantos años de blaugrana.