Opinión

Al asalto de París con todo el peso del escudo

Lamine Yamal y Dembélé se verán las caras en el PSG - Barça

Lamine Yamal y Dembélé se verán las caras en el PSG - Barça / SPORT

Siempre he defendido que el peso de la historia no gana partidos. Pero sí puede condicionarlos. O equipararlos mentalmente, hasta catapultar un equipo hacia lo imposible. Cuando un escudo domina al otro en tradición, prestigio y títulos, el futbolista que lo luce se siente un paso por delante y le echa un plus. ¿Cuántas veces ha tocado escuchar ese relato con respecto al Real Madrid? ¿Vale esto sólo para el equipo blanco o también para los demás? Debería valer.

Imaginemos que al Barça, teniendo cero champions en sus vitrinas, le visitara un pentacampeón continental. ¿Os digo como acudiría el barcelonismo a la cita? Acongojado. Pues eso. En Europa, la diferencia de estatus entre el Barça y el PSG, a favor de los azulgrana, es tan grande como la que pueda haber entre el Real y muchos de los equipos restantes. El club blaugrana ha inscrito su nombre en ocho finales y tiene cinco estrellas en el pecho. El cortijo de Qatar sólo firmó una final, en plena pandemia, y se le esfumó ante el Bayern.

La estadística de Kylian Mbappé, el futbolista llamado a decantar la eliminatoria, habla por sí sola: 0 de 7 en Champions y ningún balón de oro. A su edad -25 años-, Leo Messi ya tenía cuatro. Y tres Copas de Europa. En este pulso, la historia viste de blaugrana. Ahora, es necesario, aunque sea por una vez, utilizar bien ese intangible. Y creo que Xavi, un ganador, lo hará. Una cosa es admitir que el PSG es favorito, que lo es, y otra es viajar a París como un corderito. El resultado se dirimirá en el rectángulo, como casi siempre. Pero en la previa, al equipo le sobran elementos para crecer motivacionalmente. Ha mejorado, tiene a jóvenes insolentes y le asiste el peso: el PSG, por muchos Kylians que tenga, jamás será el Barça. Aunque no sea la irrepetible obra de arte del 2010.