Ara Aujo!

Gol de Araujo ante la Real Sociedad

Gol de Araujo ante la Real Sociedad / Javi Ferrándiz

Juan Cruz

Juan Cruz

Ganó el Barça de Araujo. Ara, aquesta nit, Araujo ha guanyat aquesta lluita… Un uruguayo que reza al principio y al final de los partidos, que jugó a ganarlo con la cabeza y logró un disparo que fue una apuesta de la voluntad contra las añagazas del futuro, al que el Barça se estaba precipitando como si estuviera condenado a vivir en los límites de la melancolía. 

Acosado por los que no lo quieren ni empezar a jugar, este Barça de anoche hizo lo posible por trasladar de lugar el mal de ojo, y pareció casi religiosa la voluntad de Araujo por lograr el imposible que se posó, en forma de balón, en su cabeza.

No fue tan solo un gol, fue una explicación moral de la vocación que le asiste a Araujo como futbolista. Cuando sale al campo ya sabe que su presencia es decisiva, que de él    se esperan las más nobles hazañas, también la de exponer su cuerpo a los rasguños ajenos, y por eso se empeña en volar, porque sabe que a veces el fútbol depende del cielo. 

En esta ocasión todo fue milimétrico, desde el ojo de Pedri en algún momento de la jugada, explicando con la celeridad de un felino por donde debería ir la pelota, hasta que llegó a los dominios del lobo del medio campo que es su compañero Gündogan. Este vio al uruguayo manejando el mate de su inteligencia para tirarse en plongeon, como aquel legendario Evaristo Macedo, para que entrara un gol que parecía un cuadro imaginado por Miró o por Tàpies, pues ahí hubo a la vez fuerza, puntería y belleza.

Cuando el gol fue un grito el Barça había conjurado su mala suerte, y el silencio del estadio fue un abrazo que pareció un sedante para tanta tralla como se le da al Barça últimamente.