Ansu, te queremos; Ansu, te esperamos

Ansu fati, en el acto de la Fàbrica Damm

Ansu fati, en el acto de la Fàbrica Damm / Javi Ferrándiz

Alfredo Martínez

Alfredo Martínez

Es el diez. Es el heredero. Es el jugador que más ilusionó en el club hasta la impresionante irrupción y rendimiento de Pedri y de Gavi, que son palabras mayores. A los 17 años era un cañón. Iba como un tiro derribando todas las puertas y batiendo todos los récords de precocidad hasta que una fatídica lesión sesgó y cortó de raíz la enorme progresión del hispano guineano aquel fatídico 7 de noviembre del 2020 frente al Betis. Hace ya casi la friolera de casi 28 meses. 28 meses.

El debate es si se debe seguir apostando o no por el internacional español. Y hasta cuando. Su edad es uno de sus mayores avales. Aún es insultantemente joven, acaba de cumplir 20 años, y tiene mucho fútbol por delante.

También es verdad que el fútbol no espera a nadie. No perdona y no tiene memoria, y contra todo eso lucha Ansu que es quien peor lo está pasando durante estos dos largos años. Por eso se merece un margen de confianza. Esa paciencia que siempre falta en el fútbol.

Su declaración de amor incondicional al Barcelona del otro día ayuda a generar empatía hacia Ansu. Tampoco estaría de más que su llamado entorno estuviera tranquilo. No exija que debe jugar más o muestre malestar por su situación algunos días en el banquillo. Creo que Xavi está siendo justo con él. Aunque su gente crea que debió jugar más, su rendimiento ha sido irregular y otros compañeros le han pasado por delante en el campo. Lo fácil es apostar por Ansu, no lo duden, es lo popular y lo que la gente quiere. Pero se trata de ser justos con el rendimiento en el campo.

Necesitamos esperarle por la situación económica del club y él necesita que le esperemos aún un poco más para seguir saliendo del túnel y recobrar la confianza perdida. Es amor interesado mutuo. Un jugador como él ahora mismo en el Mercado sería inaccesible para las arcas del Barcelona, su precio sería prohibitivo.

Otra cosa podría ser en verano si la situación no cambia, no se ve capaz de revertirla aquí y no entra en el equipo con la asiduidad que todos esperan y desean. A lo mejor es el momento de plantearse que hacer con su futuro. Si venderle en el Mercado veraniego cuando aún tiene una buena tasación que generaría mucha plusvalía y ganancias para la economía del club, ahorrando una importante ficha y si el futbolista cree que lo mejor para todos es cambiar de aires. Si ha llegado el momento de separar los caminos. Son, por tanto, tres meses decisivos para comprobar la evolución del diez del Barcelona.

Un poco de paciencia por parte de todos. Un poco de confianza, un poco de tranquilidad en medio de la temporada no va a venir nada mal.

Eso sí Ansu debe espabilar también en su rendimiento. Cuanto antes atisbe o de síntomas de acercarse al futbolista que era o prometía mejor. Si es que lo puede conseguir, que no parece fácil.

Ansu, te queremos. Ansu, te esperamos.