Historia SPORT

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La frustración de Ansu Fati

Otro partido de montaña rusa emocional, con tramos buenos, con un público que sigue creyendo en él y que intenta transmitírselo y un final más agrio que dulce con el cambio

Cuando Xavi le da la oportunidad hay el pesar general de que debe demostrar muchas cosas en un corto espacio que tiempo para ganarse la continuidad que él reclama para poder explotar

Ceuta - FC Barcelona | El gol de Ansu Fati

El golazo de Ansu Fati al Ceuta / RFEF

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Hace muchos meses que cuando hablamos de Ansu Fati nos referimos a él más en un contexto emocional que deportivo. El 'via crucis' que pasó con la rodilla. Parecía que no había luz al final del túnel. Pero la encontró. Mediante ayuda de su entorno, psicológica. Un periodo durísimo que fortaleció su mente, sin duda. Pero que, al mismo tiempo, dejaba la duda: ¿Volvería a ser el mismo? Ayer, en el Camp Nou ante el Cádiz el atacante de origen guineano tenía una nueva oportunidad. Desde su entorno se cansan de decir que está físicamente mejor incluso que antes de la lesión. Que solo necesita oportunidades.

Pero parece que cada vez que sale en el once está obligado a demostrar muchas cosas. Y que el tiempo corre en su 'contra', por decirlo de alguna manera. Lo espera la afición, que sigue teniendo fe en él. Frente al cuadro gaditano vimos otra 'performance' marcada por una especie de montaña rusa emocional del '10'. Tuvo varias situaciones claras en el primer tiempo, pero le faltó ese 'punch' final. Esa chispa, esa punta de potencia para rematar las jugadas que quizás se echa de menos este curso. Y la grada acompañaba en cada acción su sufrimiento y coreaba cada acción acertada. Porque las hubo.

ABATIDO EN EL BANQUILLO

Sobre todo en la segunda mitad, en los primeros 25 minutos, Fati realizó tres/cuatro acciones, destellos técnicos y de trabajo en defensa con varias recuperaciones. Se le veía rápido y con confianza. El problema es que el equipo entró en esa fase regresiva típica de los partidos que domina y que acaba dejándonos algo frío. Y Xavi decidió sustituirlo en el 86'. Cabreado consigo mismo, por no haber marcado y por no haber terminado de encontrar esas sensaciones que busca. Saludó contrariado al técnico y se le vio en el banquillo abatido.

El propio Xavi hizo referencia a ello en rueda de prensa: "El cerebro de los delanteros es complicado, ellos se valoran por el gol y el último pase, pero nosotros valoramos otras cosas... la presión, su participación, se ha dejado ver... ha acabado con calambres... ha marcado goles toda su vida, ya llegarán".