El análisis del Gran Premio: Hamilton toca el séptimo cielo

El inglés, que cuenta con el mejor equipo y el mejor coche, demostró en Estambul por que él también es el mejor piloto

Lewis Hamilton demostró estar en otra órbita

Lewis Hamilton demostró estar en otra órbita / Mercedes AMG F1

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Lewis Hamilton consiguió el domingo en Estambul su séptimo título de pilotos y el inglés, el gran dominador de la década, lo hizo con una nueva exhibición de pilotaje. La 94ª victoria de su carrera le permitió igualar los siete títulos de Michael Schumacher, pero a su vez refrendó que pese a sus innumerables éxitos y a sus 35 años se mantiene vivo en la Fórmula 1. Hambriento, concentrado, determinado y voraz, Hamilton se exhibió sobre una pista muy delicada para conseguir, probablemente, la victoria en la carrera más complicada de los últimos años.

1. Lewis es el hombre de los récords

Lewis Hamilton estableció un nuevo récord a su prolífica carrera deportiva en Estambul, donde igualó los siete títulos del legendario Michael Schumacher. El piloto inglés, gran dominador de los últimos años, ha superado ya o tiene a tiro la mayor parte de los récords de la Fórmula 1. Schumacher en 307 grandes premios disputados ganó 91 y sumó 7 títulos. Hamilton, que lleva una media de diez triunfos por temporada desde 2014, cuando ganó su primer título con Mercedes, ha alcanzado las 94 victorias en 264 grandes premios. Es decir, ha ganado un 35,61% de las carreras que ha disputado desde que debutó en 2007 con McLaren.

No es el primer récord que Hamilton alcanza este año, puesto que en el último GP de España superó la marca de podios de Michael (163 por 155) y en Portimao superó el número de victorias (94 por 91). Lewis ya superó el récord de poles (97 contra 68), mientras que Michael sigue manteniendo el de vueltas rápidas y el del número de vueltas liderando una carrera, pero nadie duda de que a este paso no habrá una marca que pueda soportar su envite.

2. Buscará el octavo título en 2021

Cuando falta un mes y medio para que se extinga su relación con Mercedes -el contrato acaba el 31 de diciembre- no tengo ya la más mínima duda de que Lewis Hamilton acabará renovando con la escuadra de Stuttgart y, además, no lo hará por un año sino que el nuevo compromiso puede alcanzar tres años en pista y una colaboración futura entre la marca alemana y el piloto británico. Es posible, eso sí, que no cubra sus pretensiones pecuniarias, es decir, que la oferta no llegue a los 55 millones de euros anuales, pero seguro que seguirá siendo mareante.

Hay tres motivos, principalmente, que me invitan a pensar que Lewis va a renovar. En primer lugar, porque solo tiene 35 años y ayer puso en evidencia que tiene hambre, que se divierte en la pista y que le encantan los desafíos. Segundo, porque está en el mejor equipo de la Fórmula Uno y porque tiene el mejor coche de la parrilla. Un patrimonio de estas características no se puede dilapidar tan fácilmente. Tercero, y último, porque está convencido que seguirá ganando. Bottas no es rival y ni Verstappen ni Ferrari tienen coche para hacerle frente.

3. Una experta gestión de los neumáticos

La meteorología fue fría durante todo el fin de semana, con unas temperaturas ambiente y de la pista ayer en la órbita de los 13ºC, y una salida precedida por la lluvia, que dejó la pista anegada. El asfalto se fue secando conforme avanzaba el Gran Premio, pero nadie se acabó por decidir a montar slicks, debido a un asfalto deslizante y al riesgo latente de lluvia antes de la bandera a cuadros que, con todo, no ha llegado a materializarse.

Los neumáticos intermedios fueron los utilizados mayoritariamente durante la carrera, si bien únicamente los Williams apostaron por ellos para la salida. Los demás pilotos han completado con ellos el segundo stint, y su desgaste ha determinado la decisión o no de hacer una parada adicional. Lewis Hamilton ha logrado completar con un mismo set 50 vueltas, que en realidad fueron 53, ya que se trataba de un set usado previamente en clasificación. Al final tenía la ventana para un pitstop ‘gratis’, pero si lo hubiera hecho con anterioridad se hubiera encerrado en el tráfico, con lo que la gestión de los neumáticos que hizo el británico fue determinante para ganar.