Alguna luz y muchas sombras sobre la vuelta del fútbol

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jdiazfc barcelona vs real sociedad foto david ramire200429213450 / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

El presidente del Gobierno dio el martes un empujón al fútbol al fijar fechas concretas para los entrenos individuales, los colectivos y los partidos. De lo que dijo Pedro Sánchez se deduce que a principios de la semana que viene se iniciaría la actividad individual (4 mayo), más tarde los entrenos por grupos y los totales (11 y 26 de mayo) y finalmente los partidos (7 o 14 junio). 

El calendario, como cualquiera que se haga estos días, puede que sea demasiado concreto, es decir, demasiado optimista, pero también es indudable que el acuerdo Rubiales-Tebas en el CSD facilitó la flexibilidad del Gobierno para podem empezar a abrir ujna ventana para el fútbol. Dicho esto, quedan todavía obstáculos muy notables. 

El primer escollo sigue siendo el de los jugadores: ayer la AFE reclamaba un plan de riesgos laborales para poder retomar la actividad, una manera de recordarnos que no servirá de nada ningún acuerdo hasta que los futbolistas lo vean claro. La segunda dificultad tiene que ver con la propia dinámica de los partidos, donde se producen contactos de todo tipo. 

Italia empieza a cuestionarlo

En Italia, donde van más avanzado y donde también se han fijado fechas para el regreso, empiezan a levantarse voces de peso que cuestionan que sea factible. Ayer, Massimo Moratti, expresidente del Inter de Milán, manifestó que “es absurdo y peligroso intentar reanudar el fútbol, la única opción es salvar la temporada que viene”.

Y es que en Italia son cada día más conscientes del riesgo de contagio que se produce en un partido de fútbol. Efectivamente no va a ser fácil explicar que mientras en las terrazas, restaurantes o puestos de trabajo la gente tiene que guardar dos metros de distancia, en un campo de fútbol 22 futbolistas tienen licencia para ir chocando entre ellos.

El gran problema del fútbol es que es un deporte de contacto. Mueve muchos millones y de él dependen decenas de miles de puestos de trabajo, pero no va a ser fácil encontrar la solución al complejo sudoku de la vuelta a la competición.