Opinión

Aitana y Messi representan lo mejor del Barça

Laporta y Aitana, en la alfombra roja de la gala del Balón de Oro 2023

Laporta y Aitana, en la alfombra roja de la gala del Balón de Oro 2023 / AFP

Aitana Bonmatí y Leo Messi representan como nadie los valores de la Masia. Ambos entraron en el Barça a los trece años y los dos son un ejemplo dentro y fuera del terreno de juego. Aitana y Leo han crecido y han sido educados bajo un mismo patrón que se refleja en su manera de ser. Profesionalidad máxima, vida familiar, compromiso total y ninguna excentricidad. Ni uno ni el otro lo ha tenido fácil y los dos han llegado a lo más alto.

Messi viste ahora la camiseta rosada del Inter de Miami, pero su corazón es culé. Sus lágrimas el día de la despedida como azulgrana fueron la muestra más clara de lo que es sentir unos colores. El Barça se lo dio todo y él lo devolvió con creces. Por eso, todavía, cuando uno lo ve aparecer bien trajeado tiene la sensación que bajo esa camisa blanca impoluta llevaba la camiseta del Barça... De lo que no hay duda es que su octavo Balón de Oro es una prueba más de que ha sido el mejor futbolista de la historia del fútbol. Es más, lo es, lo ha sido y difícilmente veremos a otro como él.

Por su parte, Aitana sucede en el trono a Alexia y eso es algo nunca visto en el fútbol europeo. De esta forma, la marca Barça se sitúa un año más en lo más alto a nivel de repercusión. La gala del Balón de Oro no tiene parangón a nivel mundial y las imágenes de los premiados dan la vuelta al mundo con millones de reproducciones. Así que el premio a Aitana y al mejor equipo femenino del año compensan la ausencia de los futbolistas azulgranas durante los últimos años. Por cierto, impecable el discurso de Aitana que emocionó a todos los barcelonistas.

Entre ellos, al presidente, Joan Laporta, que anoche fue el hombre más feliz del mundo. Seguro que sabrá rentabilizar esa imagen entre tantas y tantos futbolistas culés. Eso sí, como siempre repite, Pep Guardiola, otro ilustre culé de corazón, el fútbol no tiene memoria. En París ya nadie se acordaba de lo sucedido hace dos días en Montjuic