Una acusación tan grave como peligrosa

Hay una cosa que no entiendo. Dijo ayer Emili Rousaud que le pidió a Bartomeu que esperara, que estábamos en Semana Santa, confinados con mascarilla y guantes; que tiene una empresa de servicios esenciales y que sería mejor hablar de todas estas cosas en una Junta Directiva presencial. O sea, cara a cara y, por lo menos, dentro de cuatro o cinco semanas. Por tanto, y ahí está mi duda, si Bartomeu hubiera cedido a la petición de Rousaud quizá, este, nunca hubiera denunciado que alguien ha metido la mano en la caja o, cuanto menos, nos hubiéramos tenido que esperar un mes largo sin saber que alguien del club había robado.

Por cierto, una denuncia pública, la suya, que afecta a muchos ejecutivos. Desde el CEO, Óscar Grau, la Compliance Officer, Noelia Romero, al auditor interno, Manel Mangano, al responsable del Área Financiera, Pancho Schöder o al que parecía apuntar pero no citó y que no es otro que Jaume Masferrer, son desde ayer por la mañana presuntos sospechos de estafa, apropiación indebida, hurto o corrupción. Eso sí, en la nota que Rousaud y los otros directivos adjuntaron a su dimisión dieron las gracias a los ejecutivos y empleados del club por su apoyo y excelente trabajo realizado... Miren. Si Rousaud tiene pruebas de que alguien ha robado debería presentar una denuncia a la comisaria más cercana sin esperar ni un minuto más. De lo contrario, deja en entredicho a todos esos empleados que al mismo tiempo felicita. 

Uno tiene la sensación que Emili Rousaud perdió la batalla que había emprendido contra Bartomeu y no ha sabido digerir la derrota. Y no me parece mal que explique su versión pero debería medir sus palabras si no quiere que se le vuelvan en contra. La prueba de ello es que el también dimisionario, el directivo, Jordi Casalmiglia, que es abogado y sabe de esto, tardó muy poco en desmarcarse de estas declaraciones de Rousaud. Unas palabras que tampoco han sentado bien, al menos, a dos de los otros directivos que han abandonado el club. Por cierto, que ayer, el periodista, Jordi Basté, se quedó prácticamente sin palabras ante las graves acusaciones que Rousaud hizo en su programa. Y eso que Basté no calla nunca. Ni en Semana Santa...

Nueva junta directiva y auditoria

Gustará más o menos pero cuando Bartomeu exigió la dimisión de estos directivos, sabía y tenía calculadas las consecuencias y el desgaste que ello podría suponer. No obstante, vista la reacción de Rousaud, uno puede imaginarse que no tenía sentido seguir todos dos unidos como si no pasara nada. Porque pasaba.

Hoy Bartomeu se reunirá con sus directivos y les explicará los planes de futuro. Es posible que anuncie los cambios internos e incluso alguna incorporación aunque tiene margen para hacerlo hasta la próxima reunión de Junta Directiva. Está obligado a apuntar bien y no volver a equivocarse. Es curioso que cuatro de los directivos dimitidos los eligió el mismo. Ahora, un nuevo error resultaría letal. Difícilmente podrían en lo que le queda de mandato superar una nueva crisis de gobierno.

Así pues, una vez completada la junta y los los pertinentes nombramientos, tendrá que abordar otro de los temas delicados que tiene encima de la mesa y que no es otro que la Auditoria Interna. Según afirmó ayer, Emili Rousaud, desconocemos si de fuentes de Price Waterhouse, la auditoria está prácticamente terminada y solo falta interrogar a dos personas pero que no tendrán ninguna influencia en las conclusiones finales. O sea, que si es así, Bartomeu la tendrá encima de la mesa los próximos días. Seria bueno entonces que exista la máxima transparencia y que se despejen de una vez por todas lo que ha pasado con el caso de i3Ventures. Si alguien ha metido la mano en la caja que se sepa quien es y así el resto de ejecutivos dejaran de ser presuntos sospechos. Si por contra, no ha habido corrupción pero lo que ha pasado es que se ha pagado un sobreprecio también debería señalarse al responsable, cuanto menos, por inepto y si, desde el club la gestión, ha sido impecable, que no lo parece, habrá que ir a fondo contra los gestores de i3Ventures. Solo así podrá cerrarse un caso que ha dejado a Bartomeu al borde del KO.

Bartomeu deberá explicarse

Una vez se aclaren todos estos hechos, el presidente tendría que realizar una comparecencia pública dando detalles de lo sucedido, de las consecuencias del coronavirus en la economía de club y de como se plantea su último año de mandato. Será un año atípico pero solo con una muy buena gestión, sin errores y reinventándose día a día podrá enderezar el rumbo de un club que ha pasado unos meses a la deriva.