Desarrollan una tecnología de innivación única en el mundo

La sostenibilidad se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de las estaciones de esquí. No es nuevo, ya llevan tiempo dedicando esfuerzos a cuidar mejor del medio ambiente en diferentes ámbitos, ya sea con la recogida selectiva de residuos como en Baqueira o la búsqueda de autosuficiencia energética de Grandvalira. En este escenario la última iniciativa se llama Laboratori de la Neu y llega de la mano de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona y CSIC, y la empresa TechnoAlpin, líder en la tecnología de innivación.

El objetivo de este proyecto es estudiar la aplicación de una nueva tecnología para producir nieve de una manera más sostenible, con menos tiempo, utilizando menos agua y con menos energía.

TEORÍA Y PRÁCTICA

Parte del secreto reside en que el Laboratori de la Neu simula el proceso natural de mineralización del agua y lo reproduce a pequeña escala. La diferencia está es que hasta ahora se utiliza solo el agua como materia prima para crear la nieve. Esta nueva tecnología permite que la mineralización genere más rápidamente el copo de nieve, con más consistencia y a más temperatura.

La prueba en las estaciones de montaña de FGC permitirá estudiar el uso de la nueva tecnología en todas las situaciones reales posibles para determinar la viabilidad y los beneficios en cuanto a ahorro energético, de agua y de capacidad de innivación. De hecho, el objetivo es que esta tecnología se pueda utilizar en cualquier estación de esquí del mundo.

PLAN DE ACCIÓN CLIMÁTICA

FGC, gracias a su experiencia, liderará los esfuerzos para determinar la viabilidad y los beneficios de esta nueva tecnología en entornos reales y en términos de ahorro energético, de agua y de innivación. El Laboratori de la Neu forma parte del Pla d’Acció Climàtica 2030 de FGC Turisme, que se concretó en una política única en 2021, pues incluye el objetivo de reducir el consumo del agua y de energía, ya que en ese 2030 se pretende llegar con una reducción del 50% del consumo de energía e impulsar la investigación para producir más nieve con menos gasto.

Con la sequía como realidad acuciante, cabe recordar que la nieve se produce a partir del agua acumulada en las balsas de las estaciones y que esa misma nieve producida se extiende en las pistas durante el invierno y que con la primavera y el deshielo se funde y se adentra en el torrente que alimenta la balsa más próxima de manera que se integra en el ciclo del agua y esta no se consume si no que se recicla.