La caída libre de los Dallas Mavericks

Los texanos encadenan cuatro derrotas consecutivas y un balance de 7-13 desde la llegada de Irving

El equipo de Jason Kidd, con una situación delicada (11º) en el Oeste, transmite muchas dudas

Doncic y los Mavericks, en caída libre

Doncic y los Mavericks, en caída libre / TIM HEITMAN / AFP

Daniel Guillén

Daniel Guillén

Tiempos de zozobra en Dallas. La segunda derrota consecutiva ante los Charlotte Hornets ha hecho saltar todas las alarmas, por el fondo y las formas, y los Mavericks penden de un hilo en este tramo final de la temporada regular.

Los texanos, vigentes finalistas de conferencia, transmitieron sensaciones aciagas ante un rival con nada en juego: acumulan cuatro tropiezos en el expediente y la poca fiabilidad defensiva del equipo es un quebradero de cabeza para el técnico, Jason Kidd, que sigue sin tocar la tecla adecuada.

La ambiciosa apuesta de la franquicia unos meses atrás no está dando resultados. Desde la llegada de Kyrie Irving, los Mavs han firmado siete victorias por 13 derrotas (siete en los últimos nueve compromisos) y actualmente están fuera de la postemporada. Los resultados no son más que un fiel reflejo de lo que transmiten en pista: equipo volátil, frágil, que es incapaz de gestionar las rentas positivas ni negativas. Y eso, llegados a este punto, es difícilmente corregible.

La salida de Finney-Smith o Dinwiddie, como parte del traspaso por la ex estrella de los Nets, han dejada huérfana la rotación defensiva. El equipo es incapaz de asumir las ayudas en el perímetro, además de ser endeble en la zona. Dwight Powell se ha adueñado de la posición de 5, mientras que Christian Wood asume un papel secundario. Ahí están los datos: desde Deadline, son el 23º equipo en el rating defensivo -15º en la temporada- y los peores reboteadores (38.7) de la NBA.

¿Kyrie era la solución?

El base aterrizó en Dallas en uno de los giros más inesperados del mercado. Pese a su intención de firmar con Los Ángeles Lakers y reunirse con LeBron James, los Mavericks le ofrecieron un hueco junto a Luka Doncic a cambio de hipotecar a dos jugadores importantes en el quinteto: Dorian Finney-Smith y Spencer Dinwiddie, además de varias rondas de Draft.

Doncic e Irving, las dos principales estrellas en los Mavs

Doncic e Irving, las dos principales estrellas en los Mavs  / AFP

Un peaje, quizá, demasiado alto para un elemento altamente tóxico, de extremos e imprevisible. Capaz de lo mejor y lo peor en pista, pero sobre todo por su reputación en la parte extradeportiva. Su expediente estaba (y sigue) bajo sospecha y lo cierto es que sus prestaciones no solo no han mejorado a los Mavericks, sino que han condicionado la gestión defensiva.

Su llegada no fue más que el resultado de una búsqueda a la desesperada para ofrecer a Doncic más opciones en pista y una segunda espada que le permitiera luchar por el título esta segunda parte de la temporada. Y lo cierto es que el experimento, por ahora, no ha funcionado: balance de 3-8 cuando han estado los dos en pista y la sensación de que falta mucho trabajo detrás para que la conexión funcione. ¿Demasiado tarde para arrepentimientos?

El 'factor Doncic' no es suficiente

El esloveno es el principio y final de todo lo que sucede en los Mavs. Su trascendencia en el estilo y el devenir del equipo es incuestionable: generador de juego, ejecutor y responsable en el clutch time. Esta temporada está promediando 33.1 puntos, 8.7 rebotes y 8.2 asistencias por encuentro y un total de cuatro encuentros por encima de los 50 tantos.

Pero el equipo anda justo de recursos. La rotación de Kidd es especialmente corta: jugadores como McGee, Bertrans, Pinson o Ntilikina apenas tienen recorrido y otros como Hardaway, Hardy, Green o Kleber se cargan de minutos. La respuesta de estos al liderazgo de Doncic marca el techo competitivo de un equipo que, sin Brunson, Finney-Smith o Dinwiddie ha perdido potencial en los últimos meses.

Siete balas para salvar la temporada

En la madrugada del lunes, ante los Indiana Pacers (01.00 horas CET / NBA Pass League), el equipo afronta la primera de sus siete finales antes del término de la temporada regular. Sin Luka Doncic, que cumple sanción, los de Jason Kidd tienen la obligación de sumar una victoria que invierta la tendencia. Pese a la igualdad que reina en el Oeste, una derrota sería un castigo demasiado difícil de asimilar antes de enfrentarse Philadelphia 76ers (30/03), Miami Heat (02/04), Atlanta Hawks (03/04), Sacramento Kings (06/04), Chicago Bulls (08/04) y San Antonio Spurs (09/04).