Tras el batacazo de ERC

El viceconseller del Govern catalán sigue los pasos de Aragonès y dejará la política institucional

La mano derecha del president alega que se necesitan "nuevos liderazgos" tras el batacazo en las elecciones

Entrevista con Sergi Sabrià, viceconseller d'Estratègia i Comunicació

Entrevista con Sergi Sabrià, viceconseller d'Estratègia i Comunicació / / FERRAN NADEU

Quim Bertomeu

El viceconseller del Govern, Sergi Sabrià, seguirá los pasos del president de la Generalitat, Pere Aragonès, y también dejará la política institucional cuando se invista a un nuevo president. Toma esta decisión después del batacazo electoral de ERC en las elecciones del domingo en las que pasó de 33 a 20 diputados. Así lo ha anunciado a través de una carta colgada en la red social 'X' -antes Twitter-, donde explica que da "un paso al lado" para emprender "nuevos caminos profesionales". "Es la hora de caras nuevas y de ideas nuevas, de dejar paso a nuevos liderazgos", defiende. En el conflicto interno actual que tiene abierto ERC por los malos resultados y que ha partido la formación en dos, Sabrià está adscrito en el bando de la secretaria general, Marta Rovira, que se disputa el poder contra el presidente, Oriol Junqueras.

Sabrià ha sido el gran poder en la sombra del Palau de la Generalitat durante el mandato de Aragonès, primero como jefe de la Oficina del President, y luego ya como viceconseller. En tanto que mano derecha de Aragonès, por su mesa han pasado todos los asuntos espinosos de la legislatura y también tuvo un papel fundamental en la decisión de avanzar las elecciones catalanas un año antes de lo que estaba previsto. Cuando el lunes Aragonès anunció que se iba, también marcó el camino de su principal colaborador.

En la carta, recuerda sus inicios como candidato de ERC a la alcaldía de Palafrugell, cuando consiguió que su partido recuperara un municipio que no lideraba desde tiempos de la república. Tras su paso por la política local, empezó a crecer dentro del partido aupado por Junqueras y Rovira. Hizo prácticamente todos los papeles, tanto en la 'cocina' de la formación, como en las instituciones: concejal, alcalde, portavoz, diputado y líder del grupo parlamentario hasta aterrizar en el Govern, en el que ha permanecido tres años. El último ascenso le llegó en enero cuando Aragonès le convirtió en viceconseller, lo que le dio acceso a participar en las reuniones el Govern. Su papel tenía que ser el de ariete de un Govern que quería elevar el tono y marcar más perfil político. No pudo desarrollarlo demasiado porque la legislatura acabó antes de tiempo. También ha sido uno de los principales interlocutores con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Su último encargo fue copilotar la campaña de las elecciones catalanas en la que los republicanos se acabarían despeñando. Esto también ha acabado influyendo en su decisión final. En la carta expresa su "profundo agradecimiento" por las oportunidades recibidas y hace un llamamiento a "seguir luchando por este proyecto y por una organización limpia y honesta". "Os pido que no dudéis nunca, porque lo conseguiremos pese a que a veces parezca imposible. ¡Hasta la victoria!", concluye la misiva.

En clave interna

Este movimiento también debe interpretarse en clave interna. Sabrià, con su marcha, quiere sumarse a Aragonès y Rovira que también han anunciado este paso al lado. A la vez, quiere marcar distancias con la facción rival, la de Junqueras, ya que el presidente de ERC ha anunciado que está meditando luchar para reeditar el cargo en el congreso fijado para el mes de noviembre de este año. En la carta, el aún viceconseller se muestra confiado en que en el partido hay "una nueva generación prepara para tomar el relevo". Sabrià se va de la política institucional, pero está por ver si también renunciará a participar en la lucha de poder que hay instalada en ERC.