Las claves de la primera estrella de España

España supo sufrir, pero sobre todo compitió de forma voraz para alzarse con su primer gran título

Jenni Hermoso con Alexia Putellas e Irene Paredes posan como campeonas del mundo.

Jenni Hermoso con Alexia Putellas e Irene Paredes posan como campeonas del mundo.

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Empezaba la andadura con dudas. ¿Cómo podía ser capaz un equipo que se había desmembrado meses antes rendir a su máximo nivel en toda una Copa del Mundo? ¿Cómo podía conjuntar Jorge Vilda a las jugadoras que había recuperado para la causa apenas un par de meses antes de que iniciase la competición?

Preguntas de difícil respuesta. El balón iba a ser el que lo marcara todo y el que se encargaría de ponerlo todo en su sitio. Aitana, Alexia, Ona, Mariona. Futbolistas ‘top’ mundial que se unían casi a última hora. Después de un plácido debut ante Costa Rica y un trámite frente a Zambia, la pobre imagen ofrecida ante Japón no disipó precisamente esa confusión previa. 

Pero el equipo supo rearmarse, se ‘bunkerizó’, se confabuló para cambiar el ‘chip’, hacer reset e ir a por Suiza. Era el punto de inflexión. Nunca antes se había ganado una eliminatoria en una Copa del Mundo. Y la exhibición frente al combinado helvético lo desató todo (1-5). Salma como un ciclón entrando de revulsiva, Aitana capitaneando la nave desde la medular, Jenni tirando de galones y veteranía, Olga y Ona aportando frescura y llegada desde los laterales, Tere dando equilibrio. Las piezas encajaron y ayer fue la explosión definitiva

SOLIDEZ

Si algo se puede destacar de la cara que ha ofrecido España en las eliminatorias ha sido la solidez. La consistencia. Un bloque unido, solidario, trabajador. La balanza compensada entre el talento y el generar fútbol y peligro e ir sentando los cimientos atrás. Porque ayer en el Olympic Stadium de Sydney si por algo sobresalió la selección dirigida por Vilda fue por su solvencia.

Aitana Bonmatí, elegida MVP del Mundial

Aitana Bonmatí, elegida MVP del Mundial  / EFE

Por no dejar espacios y por apenas ofrecer resquicios a las futbolistas inglesas para creer que podían empatar. Porque lo poco que generaron lo resolvió Cata Coll con una madurez tremenda. La mallorquina apenas había acumulado minutos la temporada pasada por esa lesión y no tembló a la hora de ponerse bajo palos y mostrar una fiabilidad tremenda.

La primera estrella de la selección femenina, seguramente, no se podría entender sin ella. Igual que tampoco se podría haber construido sin las Vicky Losada, Vero Boquete, Marta Corredera y compañía. Las que abrieron la lata, las que lucharon por lograr avances y alcanzar las condiciones que han podido disfrutar las jugadoras en este Mundial.

Olga Carmona, goleadora ante Inglaterra

Olga Carmona, goleadora ante Inglaterra / AFP

Se venía de muy abajo y el camino no ha sido nada fácil. Igual que también hay que acordarse de Mapi, Pina, Paños y compañía porque con su tesón, sin duda, han sido determinantes. Para poder alcanzar ese plan de conciliación y para que se haya rodeado al equipo de la profesionalización e ingredientes que merecía y que eran indispensables para aspirar a todo.

LAS PRIMERAS VECES

Ha sido la Copa del Mundo de las primeras veces. La primera vez que pasa una eliminatoria, la primera final, la primera estrella. El Mundial más difícil y especial de Irene Paredes, que perdió a su padre poco antes de empezar. Su hijo Mateo ha podido arrancarle sonrisas y ayudarla a sobrellevar un momento personal durísimo. Alexia, toda una Balón de Oro, ha sabido lidiar con un rol más secundario y sumar lejos de los focos.

Una conjunción de piezas que ha honrado a las pioneras que se abrieron paso entre el machismo imperante. “Por las que vendrán”, coincidían todas tras levantar la Copa. No serán pocas....