El día que Cruyff le dijo a Stoichkov que ganaría el Balón de Oro

Hristo Stoichkov rememora en una entrevista a la FIFA algunos recuerdos vinculados al Barça y a la selección búlgara

"¿Qué tienen Caniggia y Batistuta de diferente a lo que tengo yo o Kostadinov o Sirakov?", dijo en el vestuario antes de medirse a Argentina en el Mundial 1994

Hristo Stoitchkov

Hristo Stoitchkov / EFE

SPORT.es

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En una entrevista de la FIFA realizada como parte del proyecto 'Football Unites the World', Hristo Stoichkov, reflexiona sobre algunos momentos claves de su carrera. Algunos vinculados a los clubes en los que jugó y otros a su experiencia con la selección búlgara. Estas son algunas de las frases más destacadas:

La promesa de Cruyff

"No mucha gente sabe... Cuando fiché por el Barcelona en 1990, tuve la suerte de que me dirigiera el hombre que lo había ganado tres veces: Johan Cruyff. El año que fiché, cuando ya habían pasado unos meses, tuve una charla muy profunda con él; me explicó muchas cosas sobre el fútbol, me explicó cómo tenía que jugar y mejorar, y un día me invitó a su casa, y me dijo: "Hristo, te he fichado para el Barcelona, y voy a trabajar contigo para que ganes el Balón de Oro". Y para mí, el momento más bonito fue cuando ambos, y nuestras familias, viajamos de Barcelona a París para recibir el Balón de Oro. Ver a alguien feliz, ver a alguien, digamos, no llorando sino con lágrimas de alegría en los ojos, por el hecho de que uno de sus jugadores ganara el Balón de Oro, para mí fue un día excelente, un día de alegría que celebré al máximo con mi mujer, ya que ella forma parte, obviamente, de esa historia del Balón de Oro".

El triunfo ante Argentina en el Mundial de 1994

"Después de todo el escándalo de Maradona, esa selección argentina estaba rota, absolutamente rota. Antes de un partido, siempre presté atención a cómo calentaba el equipo. Así que, cuando volví al vestuario, les dije a los entrenadores, a los fisios, a todo el personal de la trastienda que se fueran y me quedé con el once inicial para el partido. Les dije: 'Es imposible perder el partido de hoy. En primer lugar, porque el equipo de Argentina estuvo apagado durante el calentamiento, todos tenían la cabeza agachada, veo que no están a la altura como en los partidos anteriores, por lo que la ausencia de Diego les ha afectado'. - Que descanse en paz. Fue un partido fácil para nosotros en el sentido de que sabíamos lo que teníamos que hacer. En el equipo de Argentina estaban [Claudio] Caniggia, [Gabriel] Batistuta, [Fernando] Redondo, [Ariel] 'Burrito' Ortega, [Roberto] Néstor Sensini, Oscar Ruggeri. Entonces, tenían un gran equipo. José Chamot, Diego Cholo Simeone. Así que, obviamente, era un equipo de primera. Sin embargo, en el vestuario, les dije a cada uno de los jugadores: 'Tú eres un defensor, tu rival es mejor que tú, es más rápido que tú, es mejor con el balón que tú. ¿Qué tiene él en realidad? Nada. Es igual que tú: dos piernas, una cabeza, un corazón, sangre y todo lo demás'. A otro le dije: 'Tú eres delantero, ¿qué tienen Caniggia y Batistuta de diferente a lo que tengo yo o Kostadinov o Sirakov? Somos mejores, vamos a ganar'. Así que fui a darles una charla de ánimo a cada uno de ellos, y ganamos el partido 2-0, y el resto es historia".

La influencia del Barça

"Después de jugar tantos partidos en Barcelona, sigue habiendo partidos cada tres días; crecí mucho con estos jugadores de Bulgaria, pero también con los de Barcelona. Y obviamente, de este equipo de Barcelona estuve con Johan Cruyff, con Carles Rexach, Tonny Bruins, con Ángel Vilda, los cuatro que estaban al frente de nuestro vestuario, eran grandes personas. Te digo que cuando hablo de ellos, se me hincha el corazón, se me saltan las lágrimas al recordar la hermosa época que pasamos en Barcelona. Nuestra primera Copa de Europa, cuatro ligas consecutivas con el Barcelona, y esto hace que te desarrolles, ¿y por qué?, porque me exijo cada día, no sólo durante el fin de semana para los partidos, sino cada día. Y Johan, el señor Johan Cruyff siempre me decía: 'Hristo, la forma en que entrenas de lunes a viernes, esa es la forma en que vas a jugar el sábado y el domingo'. Y entonces, tuve que trabajar el doble, el triple, porque el entrenador creía en mí como jugador. Mejoraba cada día, así aprendía cada día. Teníamos un capitán extraordinario, José Ramón Alexanko, era increíble; cuando hablaba era como una misa, por lo que había que escuchar todo lo que se decía. Luego tienes a [Andoni] Zubizarreta, que jugó más de cien partidos seguidos con su selección, más de 700 partidos como portero en Bilbao, en Barcelona, en Valencia en su carrera".