El Madrid se lleva el Mundial de Clubes

El Madrid logra su octavo título mundial impulsado por sus delanteros

Los saudíes marcaron tres tantos a un Madrid que fue un descalabro en defensa

El Real Madrid, campeón del Mundial de Clubs

El Real Madrid, campeón del Mundial de Clubs / SPORT.es

Dídac Peyret

Dídac Peyret

En juego estaba el Mundial de clubes pero la puesta en escena recordó más a un partido destemplado de pretemporada. El Real Madrid y el Al Hilal protagonizaron un encuentro totalmente destemplado, errático, impreciso, imposible de definir.

Ficha Madrid-Al-Hilal

MUNDIAL DE CLUBES

5
3
Alineaciones
Real Madrid
Lunin, Carvajal (Vallejo, 78'), Alaba, Rüdiger, Camavinga, Tchouaméni (Ceballos, 61'), Kroos (Asensio, 73'), Modric (Nacho, 73'), Valverde, Vinicius y Benzema (Rodrygo, 63').
Al Hilal
Almuaiouf; Saud, Jang, Al Bulayhi, Khalifah; Cuéllar, Kanno, Carrillo (Michel; 74'), Salem Al-Dawsari (Nasser Al Dawsari, 74') Vietto (Al Hamdan, 86'), Marega (Ighalo,85).

Ganó el Madrid, que pareció sentirse tan superior que, a cada gol, invitó a los saudíes a volver al partido. Hasta tres tantos marcó el Al Hilal, pero hizo cinco el Madrid, que sumó su octavo título mundial.

Inicio fulgurante

El Madrid arrancó decidido a demostrar la brecha entre los dos equipos. Le bastó imponer un ritmo alto y el talento diferencial de sus mejores jugadores. Con una energía distinta a las semifinales, más metido, con la mentalidad propia de una final. El conjunto de Ancelotti se aplicó en la vía rápida con el orden de Modric, el colmillo de Valverde y el desequilibrio de Vinicius.

No necesitó mucho más para subrayar la distancia entre los dos equipos y avanzarse con dos goles. El primero, obra del brasileño en una jugada marca de la casa. Desmarque al espacio, balón al pie, conducción y balón cruzado. Vinicius se va acercando a su versión antes del Mundial; esa que le coloca en la élite de los delanteros.

Al gol del extremo le siguió el de Valverde tras la enésima pérdida del Al Hilal. El uruguayo aprovechó un rechace dentro del área para marcar de rebote. El segundo gol del Madrid parecía enterrar al conjunto saudí, superado por el nivel del Madrid y el propio escenario. Pero cuando más perdido parecía encontró un salvavidas en una jugada aislada, un contragolpe mal leído por los blancos.

Una cadena de errores -Camavinga no estuvo acertado, Rudiger rompió el fuera de juego y Lunin no fue Courtois- metió en el partido a los saudís. Marega recortó distancias y llevó el partido a un nuevo escenario. Al ritmo venenoso de los saudís, que masticaban cada posesión, como si desenchufaran el partido, a la espera de alguna jugada aislada. El Madrid se fue al descanso con una sensación extraña tras unos minutos enrarecidos. Con la sensación de ser muy superiores, pero con un marcador peligroso.

Una marcha más en la segunda parte

 En la segunda parte empezó otro partido. Con el juego en las áreas y transiciones rápidas. Con un atrevimiento insospechado en la primera parte de los saudíes, dejando más espacios. Una maniobra siempre peligrosa con el Madrid de Ancelotti. No tardó el conjunto blanco en castigar al Al Hilal. Lo hizo con golpeando sin concesiones, de nuevo de la mano de su arsenal ofensivo.

El Madrid tiró primero de los lujos de Vinicius, que puso un caramelo a Benzema con el exterior del pie. Una asistencia tan precisa como el remate del francés, que acertó con un toque delicado a la red. Al gol del francés le siguió una gran jugada colectiva: asociación por la derecha entre Carvajal y Valverde, que completa el Pajarito.

El encuentro volvía a estar a pedir de boca del conjunto de Ancelotti y volvió a desconectarse el Madrid. Lo aprovecharon los saudís para recortar distancias con un tanto de Vietto y reaccionó de nuevo el Madrid para tratar de de asestar el golpe definitivo. Vinicius, otra vez marcó el brasileño, partiendo desde el costado derecho y definiendo al palo largo con rosca.

El partido, ahora sí, parecía ya estar en punto muerto pero el Madrid volvió a hacerse un lío en defensa. De nuevo Vietto recortó distancias para poner el definitivo 5-3. Marega, en los últimos minutos a punto estuvo de poner el miedo en el cuerpo. No lo logró ante un Madrid de extremos: deslumbrante en ataque y desconcertante en defensa.