Las claves del Gran Premio de Aragón

Rins y Àlex Márquez, en la meta de MotorLand

Rins y Àlex Márquez, en la meta de MotorLand / MotoGP

Laura López Albiac

Laura López Albiac

El Gran Premio de Aragón, décima etapa del Mundial más atípico, más 'loco' de los últimos años, tuvo un desenlace sorprendente, con tres jóvenes pilotos españoles en el podio, Alex Rins, Àlex Márquez y Joan Mir. Este último se convierte, además, en el nuevo líder del campeonato.

Rins, Mir y el ‘milagro’ de Suzuki

El triunfo de Álex Rins le convierte en el octavo ganador en las diez carreras que se han disputado esta temporada en un Mundial que no deja de sorprender. En Aragón la fiesta fue completa para Suzuki, ya que el tercer puesto en el podio de Joan Mir sitúa al joven piloto mallorquín al frente de la clasificación general del MotoGP, con seis puntos de ventaja sobre Fabio Quartararo. Suzuki no lideraba el Mundial en la categoría reina desde hace dos décadas, cuando Kenny Roberts Júnior lo logró en el 2000, camino de la corona que acabaría conquistando aquel año. Al margen de la ausencia de Marc Márquez, que ya sabemos lo mucho que ha condicionado este curso, el éxito de Suzuki demuestra el acierto en la gestión del campeonato, que ha conseguido máxima igualdad -los cuatro primeros están separados por 15 puntos-, y el reparto de oportunidades para todas las marcas implicadas, después de que antiguamente Honda, Yamaha y en menor medida, Ducati, fuesen los únicos con opciones a la victoria. Lo único que les falta ahora a Suzuki y a Mir, es rematar su proyecto con un primer triunfo del balear. Seguro que llegará.

Àlex Márquez ya empieza a creérselo

Àlex Márquez llegó a MotoGP por la puerta grande, en el equipo campeón y junto al ‘rey’ absoluto de la máxima categoría, su hermano Marc, ganador de seis títulos en los últimos siete años. El ‘73’ fue la joven apuesta de Honda como recambio de urgencia tras la retirada de Jorge Lorenzo y muchos cuestionaron su elección, a pesar de que en las vitrinas de su casa de Cervera lucen dos trofeos de campeón de Moto3 y Moto2. Después llegó la pandemia y antes de que tuviese ni siquiera la oportunidad de debutar en carrera, se anunció que Pol Espargaró le relevaría en el equipo oficial en 2021. La idea, le dijeron, no era desmotivarle, sino protegerle, para que se curtiera en MotoGP lejos del foco de Marc y de las inevitables comparaciones. Àlex, tan buen piloto como persona, ha sabido darle la vuelta a la situación. Después de la lesión de su hermano en la primera carrera del año, ha hecho su propio camino. Metódico y trabajador incansable, se ha centrado en mejorar, en aprender. Humilde, reconoció que su podio en mojado de Le Mans era “anecdótico”. El que logró ayer en Aragón le revela como un futuro ganador.

Pendientes de Marc Márquez

En el GP de Aragón se han agotado las posibilidades matemáticas de Marc Márquez para defender su actual corona de MotoGP. Y a estas alturas nadie se atreve a pronosticar cuándo volverá al Mundial. Entre los pilotos que estos días se están jugando el título existe cierta inquietud, ya que la reaparición de Marc podría ser un factor desestabilizador en la recta final del campeonato. En el Repsol Honda guardan silencio. Y su hermano Àlex prefiere centrarse en su progresión en la clase reina: “No soy médico y no puedo decir si correrá o no este año”. Los lunes el ‘93’ suele pasar revisión en Barcelona y quizá en las próximas horas haya novedades al respecto. Hay quien apunta que Márquez podría estar listo para disputar el GP de Teruel, este próximo fin de semana en MotorLand o que podría retrasar su retorno hasta la primera carrera en Valencia (8/11). Marc es el primer interesado en volver a subirse a su moto y en cuanto obtenga ‘luz verde’ por parte de los médicos, no lo dudará. Quiere probarse con vistas a la temporada 2021 y espera que “como mínimo pueda rodar en la carrera final de Portimao”.