La presentación de los Márquez con Ducati revoluciona MotoGP

Aseguran que se ayudarán pero que también pelearán en la pista a brazo y carenado partido

Marc Márquez se empapa de la historia de su nueva casa

Los hermanos Márquez Alenta, hoy, en la presentación del equipo Gresini Ducati.

Los hermanos Márquez Alenta, hoy, en la presentación del equipo Gresini Ducati. / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Todo ocurrió, como no podía ser de otra manera para la presentación de dos faraones de MotoGP, Marc y Àlex Márquez, en la región de Riccione, en Italia, mientras las aguas del Adriático acariciaban las paredes de cristal de la discoteca Cococircó, donde se celebró, ante la presencia de más de 500 invitados, la presentación más esperada del 2024, la que han protagonizado los hermanos de Cervera (Lleida), que este año pilotarán dos Ducati ‘Desmosedici’ 2023, para intentar meter la cabeza en cada gran premio y, si pueden, no solo conquistar el título individual sino también el de equipos, lo que les permitiría ser campeones del mundo el mismo año, cosa que ya hicieron anteriormente, pero en distintas categorías.

La presentación fue sonora, luminosa y preciosa, plagada de efectos especiales y con la simpatía que tienen los Márquez más la familiaridad de la familia Gresini, presidida por Nadia Padovani, la viuda del campeón italiano. “Lo hemos conseguido y, sí, aunque suene a tópico, es el mayor sueño de nuestras vidas, tener a los Márquez con nosotros. Bueno, en realidad, y yo lo sé mejor que nadie, era el sueño de Fausto”.

“Ha sido una locura, un subidón, un no vivir durante los últimos meses de la pasada temporada”, relata Carlo Merlini, la mano derecha de Padovani en el Gresini Racing Team. “Era un sinvivir, o un vivir en el alambre, pues un día era sí y otro no, pero supimos esperar a Marc y, al final, recibimos el premio gordo. Es más, hubo un día en que pensé que me despertaría y todo lo vivido y soñado, sí, sería mentira. Abriría los ojos y, sin sospecharlo, había perdido a Marc. Pero no, aquí está con nosotros para hacernos soñar, esta vez sí, con lo mejor”.

De nuevo unidos

Siempre se les ha visto tremendamente felices, siempre. Pero, ahora, en este inicio del 2024 están que se salen de contentos, unidos e ilusionados pues se han vuelto a juntar en un equipo familiar donde Nadia Padovani, la viuda del mítico campeón italiano Fausto Gresini, ha logrado el sueño de su marido, juntar a dos grandísimos campeones en un mismo equipo.

Dicen que se ayudarán, “bueno, ni más ni menos, que lo que venimos haciendo toda la vida”, matiza Àlex, pero también dicen que pelearán en la pista a brazo y carenado partido si, llegado el momento, se encuentran disputando una plaza del podio o, quién sabe, hasta la victoria. “Eso ya ocurrió en Portimao-2022 y saltaron chispas, no nos guardamos nada”, recuerda Marc. “Llegado el caso”, grita Àlex, entre risas, “la victoria debería ser para mí ¡déjame una, la primera, al menos!” “¡Qué va, qué va!, nadie la necesita más que yo, que llevo cuatro años sin nada”, añade el ocho veces campeón del mundo.

Padovani, que hoy es la persona más feliz, con diferencia, del planeta, aunque Marc le sigue muy cerquita (“por fin y conseguido ser dueño de mi destino: me la he jugado y, ahora, me toca demostrar que este cambio ha valido la pena”), asegura que “parece irreal ¿verdad? tenerlos a los dos aquí, juntos, con nosotros, diez títulos en un mismo equipo y en MotoGP. Fausto estaría orgulloso de nosotros ¡y mucho!”.

Tanto nadie como el resto de ‘staff’ de Gresini son conscientes de que el ‘efecto llamada’ que ha ejercido Alex ha sido muy poderoso para que Marc acabase sentado en una de sus Ducati ‘Desmosedici’. “Marc es un muchacho humilde, sereno, muy amable y con una gran determinación”, explica Padovani. “Es muy distinto a Àlex, que es dulce y sensible. Yo diría que Marc es puro rock and roll”.