La intervención de Márquez durará ocho horas

El equipo del doctor Sánchez Toledo, de la clínica Mayo, estará ocho horas o más operando a Marc Márquez

La rotación del húmero derecho del campeón de Cervera, que se creía sobre un 10% es, en realidad, de un 33%

Marc Márquez, con Santi Hernández en el box del Repsol Honda

Marc Márquez, con Santi Hernández en el box del Repsol Honda / motogp

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Son las 08.16h de la mañana en Mugello, la preciosa Toscana italiana. Las redes sociales hace horas que arden deseándole la mejor de las suertes a Marc Márquez Alentá en la cuarta operación en su brazo, húmero y hombro derecho a la que se someterá, el próximo jueves, en la clínica Mayo, de Rochester, en Minnesota, a manos del prestigioso cirujano Joaquín Sánchez Toledo.

Todos los pilotos del mundo, todos, menos Valentino Rossi, desde Jorge Lorenzo, Aleix Espargaró, Álvaro Bautista, Toni Bou al turco Toprak Razgatlioglu, campeón del mundo de Superbikes en el 2021, le desean “fuerza, coraje y mucho ánimo” al campeón de Cervera (Lleida), que cruza el ‘paddock’ de Mugello en su ‘scooter’ Honda en busca de su ‘boxe’ para repasar con su ingeniero Santi Hernández los últimos datos de su RC213V antes de subirse a ella y practicar en el ‘warm-up’ (ensayo previo a la carrera), cuando todo el mundo cree que no debería de correr y tomar riesgos antes de tan tremenda operación.

“Estoy haciendo un trabajo que me ha pedido Honda. Estoy probando piezas y cosas que me ha pedido Honda y, antes de viajar a EEUU y operarme, quiero y debo acabar mi trabajo”, me comenta Márquez, que ha detenido su motito frente a la carpa de Dorna Sports para atenderme tres minutos. Le pregunto si está tranquilo y me dice que “sí”. Que sí por qué. “Por una sencilla razón, porque el problema es que hubiese sido que el doctor Sánchez Toledo, en su llamada a las 12.00 del mediodía del viernes, me hubiese dicho que la rotación del húmero derecho era ligera o mediana y me hubiera otorgado a mí la decisión de operarme o no, de seguir así, con esta tortura. No fue así. Sánchez Toledo no me dio margen a decidir: coge el avión, ven ¡ya!, no entiendo cómo estas corriendo, la rotación es muy superior a lo que creíamos. ¡Ven! Y eso me tranquilizó. Debo hacerlo, no hay otra”. Retorció (ligeramente) el puño del gas de su ‘scooter’ y voló hacia su ‘boxe’.

Y, en efecto, según ha podido saber El Periódico, la intervención quirúrgica a la que se someterá el líder de Honda la próxima semana (viajará el martes y será operado el juves) es delicadísima, muy, muy delicada y se prolongará, como poco, a lo largo de ocho horas. La rotación de su húmero, que los rumores señalaban ligeramente superior al 10%, es, según informaciones que maneja El Periódico, de un 33%, una auténtica barbaridad para un piloto que arriesga lo que arriesga Marc Márquez, que se codea con los mejores en todos los circuitos y que hace menos de un mes acabó cuarto en Jerez detrás de ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati), Fabio Quartararo (Yamaha) y Aleix Espargaró (Aprilia). Cierto, a más de 12 segundos de distancia, pero cuarto, por delante de otros 18 compañeros.

“El doctor Sánchez Toledo me mostró su extrañeza, no diría su admiración, por estar corriendo en estas condiciones”, comenta Márquez. “Pero me dijo que no había más remedio que operar para tratar de recuperar por completo el húmero y el hombro, entre otras razones porque, al no tener tanta fuerza en el brazo derecho, estaba ya castigando, maltratando y dañando el izquierdo por sobreesfuerzo. Me confirmó que la rotación del húmero es demasiado grande como para que la musculatura, que está bien y reforzada gracias al duro trabajo que he estado haciendo, y mi cuerpo la soporten y, por tanto, hay que buscar la solución en el quirófano”.

Márquez reconoció en la conferencia de prensa del sábado, en Mugello, que Sánchez Toledo le dijo que “incluso para la vida cotidiana, el húmero no estaba bien recuperado, ¡imagínate para correr a 350 kms/h!, me comentó”. El ocho veces campeón del mundo sabe que le espera una intervención larga y dura, en la que Sánchez Toledo tendrá, junto a la mesa de operaciones una inmensa pantalla 3D con la representación real de su húmero izquierdo sano y el derecho lesionado. Cuentan que la operación, en la que intervendrá un numeroso equipo de especialistas, requerirá mucho mimo. Hay, por supuesto, peligro de infección y, en ese sentido, el propio Márquez habló el sábado de que espera que el peligro, el temor, la incertidumbre “sea menor que en la tercera operación que practicó el doctor Samuel Antuña cuando me salvó el hueso de la infección que sufría”.

Es evidente, que a una operación de ocho o más horas deberá seguir una recuperación, una rehabilitación, prolongada, larga, nunca menor a cinco o seis meses y, por tanto, acabando como acaba este Mundial-2022 en Cheste (Valencia), la primera semana del próximo mes de noviembre, es más que seguro que MM93 no volverá a pisar un circuito esta temporada. Lo contrario sería un auténtico milagro. Perdón, un milagro más de la ‘factoría Marc Márquez’.