Motociclismo

Un portentoso Bagnaia triunfa frente a un prometedor Márquez y un divertido Acosta en el GP de Catar

Una carrera tremenda, en cuanto a su dominio total, permitió al bicampeón italiano 'Pecco' Bagnaia (Ducati) demostrar que aún sigue el principal candidato a renovar el título. Una carrera prodigiosa de Pedro Acosta (GasGas, 9º), le permitió demostrar que hará mucho ruido. Y una carrera inteligentísima de Marc Márquez (Ducati, 4º), le permitió presentar su candidatura al título, sí.

Emilio Pérez de Rozas

Domingo, el día de Dios. Domingo, la carrera que ama el bicampeón italiano de MotoGP. Domingo, el día en que 'Pecco' Bagnaia decide sacar todo su armamento y demostrar, de principio a fin, de semáforo rojo a bandera a cuadros, que es el candidato número uno al título mundial, de nuevo. Domingo, el día que los demás ven escaparse al jefe de Ducati, cuya moto es, posiblemente (bueno, no, sin duda), una moto única, especial para él. Bagnaia, que estuvo muy discretó el sábado en la 'sprint', se fue a dormir convencido (y lo dijo, el sábado por la noche, en la sala de prensa), que ganaría el domingo. El día del señor. Del señor campeón.

Pero entre el sábado y el domingo, Bagnaia, que antes ganaba por bastante más del segundo pelado con el que hoy, en su día, superó al surafricado Brad Binder (KTM), confirmó que este año tendrá, sin duda, muchos más rivales en su sueño de convertirse en tricampeón de la categoría reina "con lo que entrará en el Olimpo de los dioses", según su jefe Davide Tardozzi. Porque tanto Binder, como Jorge Martín (Ducati, 3º), como Marc Márquez (Ducati) ¡cómo no!, carrera inteligentísima la del ocho veces campeón del mundo, como el mismísimo y atrevido genio de Mazarrón, Pedro Acosta (GasGas), han demostrado hoy que tienen moto, manos, ganas, sabiduría y coraje para, en un campeonato de 42 (bueno, ahora ya 40), complicarle su gesta.

Hoy ha habido, desde luego, poca carrera. Bagnaia, insisto, se escapó, reguló durante las 21 vueltas del GP, apretó de lo lindo en el noveno y décimo giro, donde le sacó medio segundo a Binder, y adios muy buenas. Ahí acabó la carrera, se dosificó y conquistó el liderato, con dos y tres puntos más que Binder y 'Martinator', tras el primer combate de la temporada, en una noche algo desapacible en Doha y bajo los focos deslumbrantes de un trazado para ricos, pero sin apenas espectadores.

Lo demás fue, sobre todo, una demostración de máxima categoría de los dos muchachos que, separados por 11 años, parecen dispuestos a alegrarnos la vida a aquellos que amamos apasionadamente las motos, las carreras y a los tipos como ellos. Márquez, de 31 años, que se ha jugado parte de su fortuna, prestigio e ilusiones en un repentino cambio de moto, dejando la Honda de toda su vida (11 años, con ellos), para volver a sonreir, a disfrutar y a ganar, y ese niño rebelde, poco manejable, intrépido, de 19 años, llamado Pedro Acosta y apodado el 'tiburón de Mazarrón'.

MM93 cumplió lo prometido anoche tras debutar con un soberbio quinto puesto: "Acabar mañana (es decir, hoy) entre los cinco primeros sería un grandioso resultado". Pues, sí, acabó cuarto, a menos de 3.5 segundos del autoritario ganador. No solo misión cumplida en su primer fin de semana con la Ducati (del pasado año), sino que siempre se le vio dominando la situación, incluso cuando Acosta llegó como un cohete, superó primero a Enea Bastianini (Ducati), luego a Alex Márquez y, más tarde, a Marc, para quedarse sin neumáticos, normal es un novato, que se quiso comer el mundo el primer día.

Fue en ese momento cuando la experiencia de MM93 le permitió demostrar al mundo que ha nacido, en efecto, un Marc Márquez 2.0. Sin la fogosidad de entonces, sin la impaciencia de otros años, sin la ansiedad que le hizo perder muchos puntos y provocó más de una lesión, Márquez aguantó tras el 'tiburón' consciente de que se quedaría sin ruedas. Y, cuando eso sucedió, al abrirse demasiado el murciano en una curva fácil y rápida de derechas, el campeonísimo catalán se coló y decidió ese duelo. Acosta, a partir de ahí, descendería, poco a poco, acabando en una honrosísima novena posición para el 'rookie' del 2024.

Ese Acosta divertido, ese Acosta hambriento, ese Acosta estiloso (se parece mucho, mucho, a Jorge Lorenzo, a Luca Cadalora, a Wayne Rainyer, preciosos pilotos y también veloces) fue la mejor noticia del primer GP y, sobre todo, la confirmación de que el anuncio de "¡que viene Acosta!" no tiene nada de falso. Como tampoco lo tiene que el campeonísimo de Cervera (Lleida) está de regreso ¡vaya si lo está!