Leclerc se gradúa en Spa

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Ferrari también suma el primer triunfo del año. / EFE

Arnau Montserrat

La vuelta al cole tras el parón de verano dejó el primer sobresaliente de la segunda parte de la temporada. Lo que no pudo lograr en Bahréin por un problema de motor o en Austria con un adelantamiento polémico de Verstappen a dos vueltas del final sí lo amarró en el mítico trazado de Spa. Guarden la fecha. Leclerc sumó la primera victoria de su carrera deportiva para graduarse en la F1. El pequeño se hace mayor y si nada se tuerce será la primera de un carro que está por venir. Donde también la logró Schumacher. Futuro campeón del mundo sin duda.

La empezó a cocinar ya en la salida. Defendió la pole position del caos que provocó Verstappen con su toque con Räikkonen. El holandés, con la marea naranja a su espalda terminó su carrera en su primer paso por Eau Rouge con el alerón roto pasando por debajo de su monoplaza evitando que girara. Contra el muro. El gran beneficiado del baile de posiciones fue Norris que pasó de la undécima plaza a la quinta que no abandonó en todo el Gran Premio hasta la última vuelta donde un problema de motor lo dejó noqueado.

No tuvo la misma fortuna Sainz que se quedó clavado en la salida y apenas pudo rodar un par de vueltas antes de retirarse. Fin de semana negro para el madrileño justamente el día de su cumpleaños. El accidente de Vertsappen obligó la salida del Safety Car que en su reanudación no alteró la parte delantera. Leclerc empezó a tirar con pista libre.

El que sufría para mantener detrás a los Mercedes era Vettel que veía como Hamilton no se despegaba su difusor. Lewis iba mandando mensajes por radio apretando la moral del alemán que terminó entrando en boxes el primero. Lo que parecía una buena estrategia acabó siendo su condena. 6 vueltas más tardó Charles en entrar y 7 Hamilton y Bottas. En cualquier trazado es nada, en Spa es un mundo.

La degradación acumulada cuando todos pararon lo dejaron como líder incluso por delante de Leclerc que tardó cinco vueltas en pasarlo, con órdenes de equipo y sin batalla en pista. El problema vino con el pentacampeón del mundo que subido en un Mercedes más fresco le arrancó las pegatinas.

El triunfo de la joven perla parecía cerrado pero con Hamilton nunca digas nunca. Tras deshacerse del alemán se fue decidido a por el monegasco. Lo cazó en una última vuelta donde seguro que a Leclerc le vino la imagen de Austria. Esta vez aguantó como un campeón. Cruzó la línea de meta y no lo celebró. Se la dedicó a Anthoine Hubert que era su amigo. En señal de respeto lo celebró mostrando la estrella que llevaba en su coche con el 19 del piloto francés. Vendrán más y de más alegres.