Ferrari, sin Binotto y sin rumbo definido

La dimisión (forzada) de Mattia Binotto obliga a la Scudería a improvisar a solo tres meses de la nueva temporada 2023

Hay varios equipos interesados en los servicios del ingeniero suizo, con Mercedes y Sauber a la cabeza

Binotto, con Sainz y Leclerc

Binotto, con Sainz y Leclerc / Scuderia Ferrari

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Mattia Binotto deja de ser el ‘team principal’ de Ferrari. La suerte del ingeniero suizo, que durante 28 años ha estado vinculado a la Scuderia -los cuatro últimos como máximo responsable del equipo de F1-, ya estaba echada desde que saltó la alarma, en vísperas del GP de Abu Dhabi. La Gazzetta dello Sport anunció entonces el despido de Binotto y dio incluso el nombre de su sucesor: Frédéric Vasseur, actual jefe de Alfa Romeo. Ferrari les desmintió públicamente y calificó de “rumores infundados” una información que se ha acabado confirmando.

Al menos en lo que respecta a la primera parte, ya que el equipo italiano todavía no ha encontrado al candidato idóneo para liderar el nuevo proyecto de Maranello. Binotto, que ya no contaba con la plena confianza del presidente John Elkann, ha dimitido antes de ser cesado y ahora, aún sin recambio, la sensación es de improvisación. A tres meses del comienzo de la nueva temporada, en Ferrari no hay rumbo definido.

 “He decidido concluir mi colaboración con Ferrari. Dejo la compañía que amo con la serenidad y la convicción de que hice todos los esfuerzos para lograr los objetivos. Dejo un equipo unido y en crecimiento, fuerte, preparado para lograr los mayores objetivos. Es el momento adecuado para dar este paso y la decisión es difícil”, dice Binotto en el comunicado hecho público este martes, que fija su salida oficial para el 31 de diciembre. El italiano Benedetto Vigna, de 53 años, CEO de la compañía y con notable experiencia en el ámbito tecnológico, asumirá las funciones director de la Scudería de manera interina, a modo provisional. 

Según ‘Il Corriere della Sera’, que también anticipó la marcha de Binotto, Andreas Seidl (McLaren) ha rechazado el cargo. Desde Países Bajos aseguran que se tentó a Christian Horner, pero también dijo ‘No’. Las negociaciones con Frédéric Vasseur tampoco están cerradas. Un despropósito que podría ser aún mayor si el coche de 2023, en el que Maranello lleva volcado desde verano, acaba siendo un bólido ganador mientras Binotto espera los seis meses preceptivos de parón por réglamento para incorporarse a otro equipo (las especulaciones le sitúan en Mercedes o Sauber).

En contra de Binotto han pesado los errores de estrategia y las pocas victorias (sólo siete) en cuatro años de gestión, así como el motor de  2019, declarado de ilegal por la FIA y que obligó a los de Maranello a afrontar dos temporadas de travesía ‘por el desierto’. En 2022, el monoplaza constató las expectativas y Charles Leclerc llegó a liderar el Mundial tras las primeras carreras, pero cuando se alcanzó el techo presupuestario se rompió la inercia positiva y Ferrari acabó siendo ‘barrido’ por Verstappen y Red Bull.

El futuro de Sainz

En Italia apuntan también de manera insistente a otro ‘pecado’ de Binotto: No apostarlo todo a una sola carta y preferir un equipo bicéfalo con Charles Leclerc y Carlos Sainz. El madrileño llegó al equipo en 2021 de la mano de Mattia, que no quiso establecer una jerarquía de piloto número 1 y 2. Sainz le dio la razón, al superar a Leclerc en la clasificación final del campeonato. Pero esta temporada, ante la racha inicial del monegasco y los problemas de Carlos para adaptarse al nuevo monoplaza, los tifosi y los principales medios de comunicación del país trasalpino criticaron duramente al jefe de la Scudería por no decantarse claramente por ‘Il predestinato’, como llaman a Leclerc quienes están convencidos de que va a ser el próximo campeón del mundo de Ferrari.

Lo cierto, sin embargo, es que Charles empezó el curso 2022 con 46 puntos de ventaja sobre Verstappen y lo acabó con 146 de desventaja, jugándose el subcampeonato con Checo Pérez hasta la última vuelta en Abu Dhabi. Tampoco el balance de Sainz, quinto al final en el Mundial, fue el mejor balance posible. Pero el madrileño consiguió su primera victoria (Silverstone) y acabó mostrándose cada vez más competitivo al volante del F1-75.

El cambio de aires en Ferrari, con la llegada de un nuevo ‘team principal’, puede complicarle las cosas a Sainz si quien tome el relevo de Binotto le designa como número dos frente a Leclerc. Pero tampoco hay que dramatizar de entrada. En la F1 los resultados en la pista son los que finalmente acaban estableciendo las preferencias. Y si Carlos mantiene su progresión, no tendrá que preocuparse en este sentido.