Laia Sanz: "No voy a echar de menos la moto"

Laia Sanz suma once participaciones (2011-2021) en el Dakar y ha vencido en la categoría femenina en todas ellas. Su noveno puesto absoluto en 2015 es el mejor resultado de una mujer en motos en las cuatro décadas de historia del rally. Pero a ella le gusta “complicarse la vida” y por eso estará el 1 de enero en Arabia  Saudí al volante de un Mini 4x4 de X-Raid. Su primer desafío sobre cuatro ruedas.

¿Ha costado mucho cerrar este proyecto?

Lógicamente la gente no se da cuenta de lo que cuesta. El presupuesto entre correr un Dakar en moto o en coche no tiene nada que ver. Yo, que venía de un equipo oficial (KTM) en el que lo tenía todo hecho, me he pasado semanas haciendo más de gestora, secretaria y comercial que de piloto. Pero lograrlo es una gran satisfacción y ahora toca disfrutarlo.

¿Siente una presión extra por poder continuar en coches en el futuro?

Si que lo piensas, no nos engañemos. Pero también me había pasado antes, cuando sabía que si no iba bien me podía quedar sin moto para el año siguiente. Mejor no presionarme más de la cuenta porque en una carrera como el Dakar puede pasar de todo. Lo importante es tratar de dejar una buena impresión y aprender mucho para que vengan más.

¿Por qué el cambio de categoría?

Se han juntado muchos factores. Por un lado, ya llevaba suficientes Dakar en moto y siempre buscas nuevas motivaciones; Además, ya no tengo 20 años y con la edad y los accidentes que he visto, cada vez piensas más en el riesgo y no te compensa. El nuevo estilo de la carrera en Arabia ha hecho que no disfrutara tanto como en Sudamérica, ahora es un Dakar más rápido y más peligroso para las motos.

Ha disputado dos pruebas de la Copa del Mundo al volante de su nuevo Mini y una de ellas el Rally de Ha'il, junto a su copiloto Maurizio Gerini, en el que acabó octava y con buenas sensaciones. ¿Se siente preparada?

Estoy bastante sorprendida de lo bien que se nos dio en Ha'il, del ritmo que tuvimos. Hubo fallos, los normales cuando te estrenas y por eso que fuimos allí, para coger experiencia. Me adapté bien al coche y pude marcar buenos cronos y rodar cerca de los cinco primeros. También pude trabajar con Maurizio, que es un buen copiloto y un gran navegante, que viene de las motos y tiene idea de mecánica y un carácter que se complementa muy bien con el mío. Al fin y al cabo vamos a compartir quince días en un coche, así que mejor que nos entendamos.

¿Qué le parece el recorrido de la próxima edición?

Habrá 40 o 50 kilómetros dunas casi cada día, así que nos espera una navegación complicada. Será duro, pero también rápido. Creo que si somos inteligentes y no nos precipitamos ni queremos correr más de la cuenta, podremos hacer un buen Dakar. Además cuento con un muy buen equipo detrás. 

Dice que las dunas en moto eran un “regalo” y en coche son “muy estresantes”. ¿Cuál es la diferencia?

Por mi estilo de conducir se me dan muy bien y me encantan las dunas. En motos, si te enganchas en una duna, levantas la cabeza, ves el panorama y sales rápido, pero en coche puedes perder muchos minutos. Y es una situación muy estresante. Te provoca ansiedad, piensas, ‘buahh, si la lío, la lío mucho’.

Cuando vea salir las motos en el campamento, ¿cómo se sentirá?

Será raro, ya me ha ocurrido en el Rally Ha’il. Veía a los que hasta ahora eran mis rivales en la arena y me daban un punto de envidia, pero hay otras cosas, como el riesgo, que no me gustan tanto. No echaré de menos la moto. Lo que más voy a añorar es a mi equipo, los entrenamientos, el ambiente con ellos. Pero no estoy nada arrepentida del paso que he dado. 

Cuando empezó en el Dakar tuvo que soportar muchos comentarios machistas. ¿En coches se repetirá la situación?

Quizá menos, pero también habrá machismo. Lo hay en todas partes y yo siempre me lo tomo como una motivación más para callar bocas.

¿Qué ha aprendido después de su experiencia turnándose al volante con Carlos Sainz en Extreme-E?

Carlos me ha ayudado mucho, sobre todo a pilotar rápido y también me dio buenos consejos con la puesta a punto del coche del Dakar en Ha’il. De no ser por el quizá habría empezado mi aventura en cuatro ruedas en la categoría Side by Side. El me convenció de decantarme por los coches. Ha sido una personal importante en mi decisión de cambiar.

Usted parte de cero, pero Sainz, con el Audi eléctrico, también…

Carlos es un poco como yo, le gusta complicarse, buscar nuevos retos. Le encanta coger coches de cero y hacerlos ganadores. Por eso ha ganado el Dakar con tres coches distintos.

¿Se hubiera atrevido de no contar con un coche tan probado como el Mini?

Siempre dije que si daba el paso tenía que ser con garantías, porque en coches hay muchas diferencias que no dependen del piloto. Era importante ir con un equipo competitivo, y el Mini de X-raid es perfecto, es muy duro, lo aguanta casi todo.

¿Sus favoritos para el triunfo?

Para mí los BRX de Nani y Loeb pueden hacerlo muy bien este año, el coche tiene muy buena pinta. Los Audi, con toda la tecnología tan nueva que incorporan, va a ser muy difícil que no tengan problemas aunque igual nos sorprenden. Y clarore siempre hay que contar con Nasser Al Attiyah y Toyota.

¿Y su objetivo personal?

El gran objetivo siempre es acabar la carrera y mantener mi racha de llegar hasta el final un año más, pero soy competitiva y cuando me pongo el casco siempre salgo a darlo todo y a intentar quedar lo más arriba posible. La clave será ser prudentes, sobre todo al principio, para tratar de ir de menos a más.

¿Cómo vive estos últimos días antes de la carrera en plena ola de Covid? 

La verdad, con el miedo en el cuerpo y muy nerviosa por el PCR que tenemos que pasar antes de salir. Estos días estaré confinada. Ni Navidades ni nada de celebraciones.