Higuaín se despide del fútbol

New York City y los errores defensivos de Miami suponen el adiós del 'Pipita' tras perder 3-0

Los de Nueva York pasan a la siguiente ronda de los play-off

Las declaraciones de Higuaín en su despedida

Palabras del argentino al retirarse de su carrera futbolística / Inter Miami

EFE / Miami

New York City avanzó a la segunda ronda de los playoffs de la MLS tras imponerse este lunes a Inter Miami con tres goles que pudieron ser más en el partido que supuso el adiós definitivo al fútbol profesional en activo de Gonzalo Higuaín. Los brasileños Gabriel Pereira y Héber y el argentino Maxi Moralez marcaron para los neoyorquinos mientras que Higuaín tuvo las ocasiones más claras para un Inter Miami que cierra la mejor temporada de su corta historia. Para New York City, vigentes campeones de la MLS, es la sexta ocasión en la que disputará las semifinales de conferencia de las ocho temporadas disputadas desde su debut en 2015. Montreal será el rival de New York City en la semifinal del Este que se disputará el próximo domingo.

Inter Miami recuperaba de su lesión al español Alejandro Pozuelo con la esperanza de dotar de mayor creación al equipo. Pozuelo e Higuaín marcaban diferencias en el conjunto de Phil Neville pero eso se pudo apreciar solo en momentos puntuales ya que la defensa de New York City supo detener su juego. Comenzó dominando el equipo visitante, con Taylor firmando el primer disparo con peligro del partido, pero el paso de los minutos fue convirtiendo el choque en un duelo de ida y vuelta. En esa dinámica de juego vertical, Thiago Martins cabeceó al poste como respuesta a Taylor. Y fue Higuaín quien, en el minuto 22, la ponía en la portería antes de que el VAR lo anulara por fuera de juego.

New York City fue sintiéndose más cómodo con balón y lograba pisar el área contraria con asiduidad, mientras que el planteamiento no incomodaba a un Inter Miami que trataba de salir rápido y buscar los espacios. Así se llegó a la más clara de la primera parte, una acción muy cómica ya que fue un milagro que no se convirtiera en el primer gol. Callender rifó una pelota sencilla que Héber se encargó de aprovechar para definir por encima del portero, Mabika llegó a tiempo y despejó con apuros para estrellarla en el travesaño y, ese mismo rechace, de nuevo iba contra la madera en un intento por alejar el peligro de McVey. Eran los mejores momentos de los locales, pero no conseguían materializar sus oportunidades.

Inter Miami perdió por completo su presencia en el terreno de juego y trataba de responder en defensa con más improvisación que orden. Cerró la primera parte Inter Miami con una más del Pipita, una acción que situó al argentino en la frontal del área y, tras finta y recorte, definió ligeramente desviada con la zurda.

No cambiaría la tónica del encuentro en la segunda mitad con dominio claro de los locales y un Inter Miami cuya única posibilidad de anotar pasaba por la inspiración de Higuaín o Pozuelo. El argentino obligó así a estirarse con todo al portero Johnson con un disparo potente que encontró portería apenas sin ángulo.

En el 63 llegó el primer tanto con un balón largo y muy peleado por el uruguayo Santiago Rodríguez, que se llevó con él a todos los defensas de Inter Miami y que vio la disposición su derecha de un Gabriel Pereira completamente solo. El brasileño definió con contundencia y a la escuadra del palo contrario. Y tan solo seis minutos después Maxi Moralez firmó el segundo para New York City. Recogió la pelota de un taconazo del Rodríguez, que selló su segunda asistencia de la noche rodeado de futbolistas de Miami desordenados y le dejó mano a mano ante el portero para cruzarla rasa.

Los últimos minutos mostraron la frustración de algunos jugadores de Inter Miami que no pudieron jugar cómodos ni encontrar su mejor fútbol. Pozuelo fue uno de ellos, reapareciendo de una lesión y sin ritmo de competición. La estocada final la dio Héber en otro despropósito defensivo de Miami, que en un pase hacia atrás habilitó al brasileño para dejarle marcar ya solo ante el portero.

Con el pitazo final se vieron sobre el césped del Citi Field un contraste de emociones: por un lado el festejo de los futbolistas de New York City; y por el otro, las lágrimas de Higuaín emocionado en su adiós.