Aviación

'Contrails': ¿Afectan o no las estelas de aviones al calentamiento global?

●     La NASA y Boeing trabajan en conocer el impacto de la aviación en la atmósfera y su posible contribución en el cambio climático

●     Desacuerdo entre los científicos sobre la influencia de los ‘contrails’ en el clima

¿Afectan o no las estelas de los aviones al calentamiento global?

¿Afectan o no las estelas de los aviones al calentamiento global? / Agencias

Verónica Pavés

Cuando un avión vuela a través de la atmósfera, sus motores tienen una temperatura muy elevada y emiten vapor de agua que, al contacto con el frío de la altura, se convierten en estelas de hielo. Son los llamados contrails (no confundir con el bulo de los chemtrails). La misma estela blanca que un observador puede contemplar desde el balcón de su casa mirando el cielo azul, es también ahora motivo de inquietud entre la comunidad científica y la industria que dudan sobre las consecuencias de estas nubes de la aviación para el planeta.

Desde hace un tiempo, tanto activistas ambientales como otras organizaciones sin ánimo de lucro han venido denunciando que las estelas blancas contribuyen más incluso al calentamiento global que el dióxido de carbono de los motores.

Se basan en un estudio de 2021, escrito por David Lee, presidente del grupo de trabajo sobre aviación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU, en el que expone que el efecto de calentamiento de las estelas de vapor es mayor que el del dióxido de carbono emitido por los motores. El artículo, cuyas conclusiones han sido asumidas como ciertas desde el principio, aseguran que las estelas de vapor contribuyen entre el 1% y el 2% al cambio climático.

Los 'contrails' son a veces origen de teorías conspiranoicas

Los 'contrails' son a veces origen de teorías conspiranoicas / Agencias

Un impacto puesto en cuestión

El mismo David Lee ha publicado una nueva revisión de sus propias conclusiones

El artículo concluye que "la premisa fundamental" de que las estelas de vapor deben mitigarse “no se ha establecido científicamente". Y es que más allá del efecto invernadero que pudieran estar generando estos trazos, Lee señala que nadie ha tenido en cuenta que también pueden estar teniendo un efecto contrario al que se piensa, es decir, un enfriamiento del planeta.

Según este autor, los cirros que dejan detrás algunas de estos aviones, en especial cuando se extienden y persisten como cirros altos y delgados, podrían estar ayudando a enfriar el planeta durante el día, ya que son capaces de reflejar la luz solar. Es solo una teoría, pero no por ello debe pasarse por alto. No obstante, también es cierto que las nubes altas y frías también pueden ser capaces de atrapar el calor de la superficie, por lo que también pueden jugar un potencial papel en el "efecto invernadero".

Y esta disyuntiva es tan solo una muestra de lo “incierta” y “compleja” que resulta la investigación del impacto de las estelas en el clima.

Un avión dejando una estela de vapor a su paso

Un avión dejando una estela de vapor a su paso / Agencias

Lee ha criticado incluso la mala interpretación de sus datos. La incertidumbre sobre cómo interactúan los aerosoles (partículas en suspensión) con las nubes es tan grande –hay numerosos estudios que muestran resultados tremendamente diferentes– que la evaluación que publicó en 2021 ni siquiera se había aventurado a hacer una estimación al respecto.

Más pruebas

Pese a la incertidumbre, la industria, sumida bajo la presión mediática de estos grupos, ha intensificado sus programas científicos para conocer la contribución de este fenómeno al cambio climático.

En octubre, la compañía de aviación internacional Boeing y la NASA llevaron a cabo varias pruebas de vuelo desde Everett, una de las ciudades de Washington. La prueba consistía en que un avión DC-8 de la NASA sobrevolara la ciudad detrás de un Airbus 737 MAX 10 para ‘olfatear’ sus gases y analizar sus estelas. La idea era saber si el nuevo combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) puede reducir la incidencia de los aerosoles desprendidos por estos aviones en la atmósfera.

Un avión aterrizando

Un avión aterrizando / Pixabay

En paralelo, Google y la asociación de investigadores de Breakthrough Energy (el grupo de investigación de acción climática fundado por Bill Gates), llevó a cabo un pequeño experimento con American Airlines para probar si los pilotos comerciales podían esquivar los lugares de la atmósfera más propensas a generar estelas de vapor.

Para la prueba inicial realizada durante este año, Google utilizó inteligencia artificial para analizar imágenes satelitales, datos meteorológicos y de vuelos, y desarrollar mapas de pronóstico de estelas en 35 rutas de American Airlines. Luego pidió a los pilotos realizar distintas rutas: una que no transitara las zonas que facilitaran la formación de estelas y otra siguiendo el trayecto normal. La primera ruta redujo un 54% la formación de estelas de vapor.

“Una exageración”, según algunos investigadores

Mientras los científicos llaman a la calma para tratar de frenar medidas que, a la larga, podrían ser más perjudiciales que beneficiosas, otras voces creen que se trata de una “exageración”. Es el caso de Marc Sapiro, director del proyecto de Breakthrough Energy, que en una entrevista se mostró en desacuerdo con las últimas conclusiones de Lee.

La presión ha llegado también a la política, especialmente en Europa. A partir de 2025, las aerolíneas europeas deberán monitorear, informar y verificar los efectos climáticos no relacionados con las emisiones de dióxido de carbono en sus vuelos. Para 2028, después de una evaluación de impacto, la Comisión Europea tendrá que hacer una propuesta para abordar estos efectos, siendo el de las estelas el más destacado por el momento.

Artículo de referencia: https://phys.org/news/2023-12-nasa-boeing-jet-contrails-science.html

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es