Monólogo de Dustin Johnson en el Masters con récord incluído

Como dicta la tradición, el último ganador, Tiger Woods, enfundó la chaqueta verde al nuevo campeón

Como dicta la tradición, el último ganador, Tiger Woods, enfundó la chaqueta verde al nuevo campeón / AFP

Ramon Palomar

Ramon Palomar

El estadounidense Dustin Johnson logró su primera chaqueta verde del Masters de Augusta, en un autentico monólogo del número uno del mundo que nunca vio peligrar la victoria, ya que nadie realmente le inquietó.

Un triunfo tan merecido como predecible, que además le valió para batir el record del campo, con un total de 268 golpes (-20), superando el que tenían hasta el momento Tiger Woods (1997) y Jordan Spieth (2015), que estaba cifrado en -18.

El ganador, en el Masters más extraño de la historia, jugó como un autentico reloj, cazando 60 greenes de los 72 posibles, y sin dar oportunidades a sus rivales, marcando las diferencias en la tercera jornada, donde sacó cuatro golpes a sus perseguidores. Su única debilidad llegó con dos bogeys en el hoyo 4 y 5, pero a partir de ahí, se acabaron las dudas.

Una jornada fría y un tanto aburrida

En el día decisivo en Augusta, siempre tan impredecible, se convirtió en una jornada muy fría, en parte por la ausencia de los espectadores en el campo y porque Johnson tampoco le quiso poner emoción, obviamente, para sellar el triunfo que gestó mediada la vuelta.

Simplemente, jugó sin riesgos, logrando los birdies necesarios –firmó 68 golpes (-4)- para que nunca vieran un resquicio sus perseguidores, el australiano Cameron Smith y el coreano SungJae Im, con -15. Unos nombres que tampoco invitaban a meter presión al californiano.

 Impasible durante toda su vuelta, solo sacó la sonrisa en el green del 18, donde le esperaban algunos jugadores con sus chaquetas verdes, los socios del club, y su esposa, Paulina Gretzky. Un ambiente muy frío para lo que estamos acostumbrados en Augusta.

Dos millones de dólares y la chaqueta

Pero esta victoria en el 84º Masters nadie se la quita al norteamericano, que suma su segundo Grande tras el US Open de 2016 y su victoria número 24 en el PGA Tour abriendo su ventaja al frente de la clasificación mundial. Una victoria que le reporta 2,1 millones de dólares.

Por detrás, Jon Rahm nunca tuvo opciones reales de meterse en la lucha por la victoria. El vasco arrancaba con 'bogey', que arreglaba en el 2 con 'birdie', y su vuelta no se movió el resto de los primeros nueve hoyos

En la segunda, donde llegaba el pelilgro en el 'Amen Corner', parecía que descarrilaba definitivamente con un bogey y un doble bogey en el 10 y 12, pero luego ‘resucitó’ para sumar un ‘eagle’ y tres birdies y cerrar su vuelta bajo par (-1) y volver a estar entre los mejores, con ese séptimo puesto. El momento de Jon llegará, nadie lo duda.

El vasco demostró tener el juego necesario para ganar, aunque la gloria solo está reservada a uno. Otros favoritos como Justin Thomas (4º) y McIlroy (5º) también lo intentaron, sin suerte. El gran favorito por todos, Bryson DeChambeau, también tendrá que esperar una nueva oportunidad, al completar el torneo en el puesto 34 (-2).