Mbappé brilla con luz propia en la victoria ante el Saint-Étienne

Sin Neymar ni Cavani, Kylian Mbappé está demostrando que puede liderar la ofensiva del PSG. Si el martes fue trascendental en Old Trafford, este domingo marcó el gol de la victoria en el siempre incómodo feudo del Saint-Étienne (0-1). Los de Tuchel dominaron y merecieron un triunfo más holgado. 

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Ligue 1

SAI

0

1

PSG

Alineaciones

Saint-Étienne
Ruffier; Debuchy (Diony, 80'), Perrin, Kolodziejczak,Gabriel; Ait Bennasser, M'Vila; Monnet-Paquet (Nordin, 86'), Cabella, Hamouma (Beric, 71'); y Khazri.

Paris Saint-Germain
Areola; Alves, Kehrer, Silva, Bernat (Dagba, 60'); Marquinhos, Paredes; Di María (Kimpembe, 85'), Draxler (Kurzawa, 69'), Diaby; y Mbappé.

Goles

0-1 M. 73 Mbappé.

Árbitro

Benoit Bastien. TA: Khazri / Bernat, Alves, Areola, Kurzawa y Mbappé.

No obstante, el arranque del duelo no fue nada alentador para el conjunto capitalino. Alentados por el aliento de su incansable hinchada, 'les verds' dieron el primer sustos del partido. Mannet-Paquet exigió a Areola, que no se dejó sorprender. 

Rápidamente reaccionó el cuadro parisino, decididó a marcar el ritmo del partido. Y vaya si lo logró. 'Les parisiens' iban ganando la batalla en la medular, con Draxler como director de orquesta y dupla Diaby-Mbappé haciendo estragos al espacio. Fueron los mejores momentos del PSG, sobre el ecuador del primer acto. 

Desde el dominio del cuero, los de Thomas Tuchel llegaron con peligro a las inmediaciones de un Ruffier. El guardameta, sin embargo, se agigantó para rechazar los acertados remates de Draxler y Mbappé. 

A poco, el Saint-Étienne fue achicando los espacios. Y si bien es cierto que el dominio parisino no cesó, sí desaparecieron las ocasiones manifiestas de gol. Antes del descanso, solo un disparo desviado de Bernat en posición franca. 

La paso por vestuarios no varió un ápice el guión del encuentro. Con el avance del crono, 'les parisiens' volvieron a apretar el acelerador y las oportunidades empezaron a sucederse, pero la falta de puntería imposibilitaba que el primer tanto subiera al luminoso. Primero, Ruffier salvó un mano a mano con Draxler y, acto seguido, Di María culminó rozando al palo una gran acción individual.

El PSG maduraba el partido y la diana parecía al caer, pero los minutos pasaban y el tanto seguía sin llegar. Hasta que Mbappé apareció. Un mal servicio de Ruffier acabó con un centro blando de Dani Alves a la espalda de la zaga que el delantero galo embocó de derecha con una volea creuzada imparable. Campana y se acabó. Los de Tuchel caminan con paso firme en Francia.