La historia de Yann Gueho, la estrella francesa que apuntaba más alto que Mbappé

El joven futbolista fichó con el Chelsea a los 15 años pero su mala conducta le evitó triunfar en el fútbol

Con 22 le diagnosticaron trastorno bipolar tras pasar por prisión

Yann Gueho, en el Chelsea

Yann Gueho, en el Chelsea / Yann Gueho/The Athletic

Jordi Delgado

Jordi Delgado

Hay múltiples talentos del fútbol que no acaban siendo jugadores profesionales, pero algunas historias sorprenden más que otras. Una de ellas es la de Yann Gueho, del que alguno de sus antiguos entrenadores comparaban con Messi, Neymar o incluso Kylian Mbappé, de su generación.

Yann nació en Maisons-Alfort, en el suburbio de París, el tercero de seis hijos. Ya desde pequeño, jugando con los demás niños en la calle, se veía que era un jugador especial. En un reciente reportaje de The Athletic, conocidos y exentrenadores cuentan sus vivencias con el futbolista.

“Lo que puedo decir es que en sus últimos momentos sobre el terreno de juego jugando al fútbol, no había perdido nada. Fue un placer verlo tocar el balón. En el momento en que acelera, puedes ver a Messi, puedes ver a Neymar, puedes ver a Mbappé", relata a The Athletic un exentrenador del Paris FC, equipo en el que Yann Gueho militó de joven.

Su madre, a la par, recuerda lo que pudo ser y nunca acabó por suceder: "Siempre se lo dije: 'Tienes un don y tienes que hacer algo con él. Para mí, es una catástrofe".

Con 14 años, Yann pasó a formar parte de la Clairefontaine, la academia de la Federación Francesa de Fútbol que abre sus puertas a los mejores futbolistas adolescentes del país, pero fue expulsado antes de cumplir un año ahí.

Según relata el periodista Diego G. Argorta en Twitter, Yann había sido considerado un chico problemático. Su expulsión no tenía nada que ver con su calidad o nivel de juego, sino más bien con su comportamiento. Por eso, cuando salió de allí y fue a probar en el Lille, tampoco corrió mejor suerte y le echaron a los cuatro meses.

Antes, durante y después, Yann había estado también bajo el paraguas del París FC, cuyo primer equipo pasó años en la 2ª División francesa. De hecho, Marc Leclerc, que le entrenó en ese equipo, le recuerda con clarividencia en el reportaje del medio inglés: "Normalmente solemos pensar en qué chicos pueden llegar a profesionales, pero con él nos preguntábamos a qué edad ganaría el Balón de Oro".

“Todas las personas que jugaron con Yann piensan que podría haber ganado el Balón de Oro, si hubiera ido en serio”, agrega Khallil Lambin, quien creció en el mismo barrio que Yann y estuvo en Nantes con él. “Este chico… es la pérdida más grande que he visto en el fútbol”.

Las historias sobre él son pocas, pero extensas. En Internet parece que nunca existió, los vídeos parecen perdidos, pero los que le rodearon le tienen muy presente. Como recuerdan, su estilo de juego era diferente al resto, y es que era un regateador nato. Su posición en el campo era la de mediocentro ofensivo, aunque también había jugado en la banda, buscando el uno contra uno, que siempre ganaba.

En 2009, Yann Gueho llegó al Chelsea. Aún tenía 15 años. "Si le preguntas a cualquiera en el Chelsea, te dirán que es el mayor talento que ha jugado en esa cantera. Era increíble", afirma Jeremie Boga, jugador del Atalanta.

"Solo puedo decir que lo tenías que ver jugando para entenderlo", añade Damien Dussaut, que jugó con él en Clairefontaine. "Es difícil que te crean cuando dices que tenía más talento que Mbappé o Dembélé, pero es que él podía ganar partidos solo. Era como un mago".

Algo que reafirma también en The Athletic El Hadad Himidi, su entrenador en el US Creteil-Lusitanos, donde jugó en sus inicios Adrien Rabiot: "En los partidos, daba instrucciones a los jugadores, pero nunca lo hice para Yann. Todo en mundo en Francia habla de Mbappé, pero él es mejor que Kylian. Era como un bailador sobre el campo".

El club 'blue' le puso una casa y le pagó los gastos de la escuela a sus hermanos, pero tras su primer año en Londres, los informes indicaban que era un futbolista excelente, pero que "su progresión se verá frenada si no mejora su conducta".

Las testigos de esa época afirman que Yann era un chico problemático, que contestaba y se enfrentaba a los entrenadores por todo y que no acataba órdenes, que era inquieto, que no hacía caso... Pero todo cambiaba cuando estaba en posesión del balón. Adam Nditi, en el Chelsea en ese momento, lo compara incluso con Balotelli, aunque en un nivel superior.

Algunas de las historias cuentan que en un partido para el Paris FC, abandonó el terreno de juego después de hacerle un caño tres veces al mismo jugador. O, en su prueba de selección para Clairefontaine, se negó a jugar a menos que el entrenador lo pusiera en su posición favorita. O que apareció a un campo con el Chelsea vistiendo unas crocs rosas.

Argota explica que lo primero que Yann hizo cuando le subieron a entrenar con el primer equipo de los 'blues', con solo 15 años, fue empezar a hacer caños a jugadores veteranos, como Carvalho, Ballack o Deco. Su exentrenador en el Chelsea, Adi Viveash, lo relata: "Regateaba a un oponente. Entonces le esperaba y volvía a regatearle de una manera diferente. Era tan arrogante que era un genio. Era como si congelara a los rivales para hacer con ellos lo que quisiera. Pasaba alrededor de ellos, por encima o por el medio. Era como ver a alguien hacer trucos con un skate. Nunca he visto nada igual".

"Discutía todo. Era un rebelde porque sí. Si el entrenador decía que jugáramos a dos toques, él daba tres. Si ponía los conos en el césped de una manera, él los cambiaba. Si delimitaba el campo a 40 metros, él decía que mejor a 30", explica Adam Nditi, otro compañero canterano.

"Solo puedo dar las gracias por haber jugado con él y haberle visto todas las semanas. Sonará raro, pero si hoy jugara al fútbol a su 100%, no te quepa duda que sería el mejor jugador del mundo y por mucho", sentencia Alex Davey, que jugó siete años en la cantera del Chelsea.

Solo estuvo dos años en Londres. Aún con 16 años, la gota que colmó el vaso para expulsarle fue por tener una pelea con un compañero durante una sesión de entrenamiento. Probó después en el Fulham y se acabó yendo al Nantes, donde solo estuvo otros tres meses.

"No le conocía antes de que llegara, pero en el club había muchos chicos de París que hablaban de él como un auténtico fenómeno", revela Valentin Rongier, canterano del Nantes, a The Athletic. "A esa edad es el jugador que más me ha impactado en cuanto a talento. Estaba 10 clases por encima de todos. Podría encarar a cualquiera, no lo he visto en mi vida. Tenía el balón pegado al pie".

"Cuando le veías jugar, veías jugar a Ronaldinho", dice Matthieu Bideau, el jefe de scouting del Nantes. "Podía hacer lo que quisiera con el balón. Pero solo cuando él quería". Ronaldinho, precisamente, había sido siempre su ídolo.

Fuera del fútbol es donde las cosas se torcieron. Robos a tiendas y a casas a mano armada y enfrentamientos con la policía que le llevaron a estar sentenciado a tres años de cárcel en dos penas separadas cuando tenía 18 años.

A los 20 salió de prisión y consiguió firmar con el Paris FC, en 2014, pero volvió a ser una etapa muy corta. "Allí la gente le comparaba con Neymar por las cosas que hacía con el balón", señala su entrenador entonces.

En 2016, a Yann se le diagnosticó trastorno bipolar y fue ingresado durante meses en un hospital psiquiátrico. En 2018 volvió a entrar en prisión.

Actualmente, tiene 28 años y, según su madre cuenta a The Athletic, sufre de depresión. Su relación con el fútbol ya es lejana. Eso sí, acude a los campos para ver jugar a su hermano Loup-Diwan Gueho, que juega en el Paris FC, el club de su infancia.