Calais: de la final de Copa a la desaparición

Calais hace tiempo que olvidó la sonrisa. En los últimos tiempos fue más noticia por impactantes imágenes de los refugiados en sus playas y esta semana se dio a conocer la muerte anunciada de su club de fútbol, el Calais RUFC, que el siete de mayo de 2000 protagonizó la mayor aventura en la historia de la Copa francesa.

El Calais, jugando en la 4ª categoría, alcanzó en la temporada 1999-2000 la final de Copa, convirtiéndose en el club de menor entidad en conseguir tamaña sorpresa y cayendo en la final, disputada en el Stade de France, por un ajustado y para muchos injusto 2-1 frente al Nantes, que remontó el inicial 0-1 para llevarse el triunfo gracias a un muy discutible penalti en el último suspiro.

Aquella epopeya provocó que el equipo que dirigía Ladislas Lozano (natural de la ciudad conquense de Valhermoso de la Fuente) se convirtiera en un fenómeno en todo el norte de Francia y que se calculase que al menos 25.000 de los casi 80.000 habitantes de Calais acudieran a la final de París.

Hundido en la novena categoría, el Calais será refundado con otro nombre

El presente, sin embargo, es diametralmente distinto para el club. En 2006, jugando en tercera categoría, alcanzó los cuartos de final para ser eliminado, curiosamente, por el mismo Nantes, pero en los últimos años su mala gestión económica se combinó con malos resultados en el campo, hasta llegar a este final.

"No podemos seguir detrás de un club cuyas dificultades financieras son noticia diaria. Por desgracia, hay que poner fin a esta aventura porque ya fuimos demasiado lejos" solventó la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart este miércoles, dando a conocer la liquidación del club, cuyas deudas "son imposibles de mantener".

El Calais RUFC se desarrolla actualmente en la Régionale 4, que es la novena categoría en la pirámide del fútbol francés, y probablemente desaparecerá de manera inmediata, liquidándose todas sus pertenencias para dar paso a un nuevo club llamado Calais Football Club Hauts-de-France, que tomará su lugar intentando, de alguna manera, recuperar sus momentos de esplendor.