El Atlético se ahoga en Balaídos

El Atlético de Madrid cayó en Balaídos ante un buen Celta por 2-0 gracias a las anotaciones de Maxi Gómez e Iago Aspas comenzando la segunda mitad, aprovechando muy bien los fallos de la zaga colchonera que se ahogó en sus propios errores.

La primera parte estuvo por los bostezos. La línea de 5 planteada por Mohamed tenía como intención el controlar los embates por aire de los de la capital. No obstante, la tónica del juego se atascó debido al exceso de juego horizontal de los celtiñas, incapaces de hacer daño en los predios de Oblak.

Un par de arrancadas furiosas de Sisto, Aspas y Maxi Gómez fueron los únicos visos de peligro de un equipo celeste desconectado. Del otro lado, la vía aérea y los remates lejanos eran el arma más usada para intentar vulnerar el marco de Sergio, aunque con poco tino de Griezmann, Saúl y Diego Costa.

Todo cambió con la segunda salida de los equipos al campo. Nada más reanudar, al 46', Maxi Gómez cobró un resbalón fatal de Diego Godín y, conduciendo en solitario, batió de un derechazo imparable al portero esloveno para colgar el 1-0.

La cascada siguió bajando con más fuerza. A los 51', aprovechando que el equipo rojiblanco se tambaleaba cual pugilista herido en la lona, Maxi Gómez se vistió de asistidor y colgó un envío perfecto al área que Iago Aspas capitalizó con propiedad, escribiendo el segundo tanto celtiña.

La impotencia se apoderó de los de Simeone, que sufrieron la expulsión de Savic tras una doble amonestación por una entrada y una mano bien advertida por Mateu Lahoz al 70'.

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Justamente un minuto después, Gustavo Cabral marcó el tercer gol de los suyos, pero el VAR determinó que estaba en posición adelantada y, al final, la ventaja celtiña solo fue por dos. Los de Madrid se vieron incapaces de remontar ante una rocosa defensa y se fueron con las manos vacías de Balaídos.

El Celta, por su parte, se marcha al parón liguero con siete puntos de nueve posibles tras ganar en el Ciutat de Valencia 1-2 y empatar en casa con el Espanyol. El camino de Mohamed en el banquillo celeste inició con muy bien pie.