Arnáiz mete al Celta en otro aprieto

Osasuna jugó con una camiseta dedicada a los San Fermines

Osasuna jugó con una camiseta dedicada a los San Fermines. / EFE

Arnau Montserrat

Tropezón y de los que pueden doler para un Celta que está empeñado en no certificar la salvación. Empezó ganando pero el ritmo alto de Osasuna machacó a los de Óscar García que se pueden quedar a tan solo un punto del descenso. Todo depende de lo que haga el Mallorca en el Pizjuán sin quitar ojo a Alavés y Eibar, sus otros rivales.

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LaLiga

2
1
Alineaciones
Osasuna
Herrera, Roncaglia (Nacho Vidal 67'), Aridane, David García, Estupiñán; Brasanac (Moncayola 84'), Oier, Iñigo Pérez, Roberto Torres (Kike Barja 85'); Enric Gallego y Adrián (Arnaiz 67').
Celta
Iván Villar, Hugo Mallo, Jorge Sáenz, Araújo, Aidoo, Olaza; Okay, Beltrán (Bradaric 66'), Rafinha (Kevin 66'); Iago Aspas y Santi Mina (Juan Hernández 72').

El Celta necesitaba ganar, mejor dicho, estaba obligado a ganar y así salió al terreno de juego. Dominó y encontró el camino del gol de forma prematura. Suele pasar cuando se unen sus hombres de más calidad. La triangulación entre Rafinha, Aspas y Santi Mina acabó con el gol del ex del Valencia. Una jugada que tuvo que ser revisada por el VAR por un posible fuera de juego de Aspas en la jugada previa. Nada punible.

También suele pasar que cuadno el Celta se ve por delante en el marcador, echa dos o tres paso atrás sus líneas. El Osasuna, sin nada en juego, se empezó a encontrar cada vez más cómodo sobre el verde y en otra triangulación preciosa, buscando la espalda de Hugo Mallo y posterior centro milimétrico de Pervis Estupiñán, Enric Gallego ponía el empate con un testarazo inapelable. Medio gol, la asistencia del lateral ecuatoriano.

El empate no le iba demasiado bien a los vigueses pero, salvó un remate cruzado de Santi Mina, empezó a parecer que el que se jugaba algo era el conjunto de Jagoba Arrasate. Adrián empezó a conectar y repartir desde la mediapunta y Enric Gallego la tuvo para el segundo. No llegó por un pelo al centro.

A Óscar García no le gustaron esos últimos 15 minutos de la primera mitad y buscó soluciones para la segunda dadno entrada a Nolito. El equipo mejoró y retomó el control que ya había tenido en los primeros compaes del choque. Pero esa efervescencia se desvaneció también con el paso de los minutos. Sin ocasiones claras, al Celta se le empezaba a ver nervioso.

Osasuna jugó con eso. Cazaba malos rechaces, salía muy bien al contragolpe y empezaron a darle faena de nuevo a Iván Villar. Tanto intentarlo, al final, dio sus frutos. Ya en tiempo de descuento, cuando todavía duele más, Arnáiz de cabeza logró batir al fin al arquero de los celestes. Osasuna quiere terminar la liga a lo grande y de paso ha metido al Celta en un pequeño problemas que se puede convertir en un buen marrón.